La presidenta interina Dina Boluarte decretó el estado de emergencia en varias regiones del país. Lo que comenzó en Andahuaylas, al sur de Perú, se ha extendido como un reguero de pólvora y ahora avanza hacia el norte la insurgencia popular. En otra medida desesperada y de último minuto, Boluarte decidió mandar a cada uno de sus ministros a cada región levantada. Para dialogar, dice.
Tendrán que ser, entonces, dieciocho ministros, porque ya son dieciocho regiones en las que la población ha salido a las calles para exigir la renuncia de todo el Congreso y elecciones ¡ahora! Boluarte decretó el estado de sitio en doce regiones: Junín, Huancavelica, Tacna, La Libertad, Cajamarca, Cusco, Puno, San Martín (Moyobamba), Madre de Dios, Amazonas y Apurímac.
En esta última es donde se ha sido más cruda la represión. Al día de hoy ya van cinco muertos en choques con la policía. Cuatro de ellos han sucedido en localidades de Andahuaylas (donde comenzó la insurgencia) y en Chincheros. Otro persona fue asesinada en Arequipa. Dos de los cinco fallecidos son menores de edad.
La presidenta interina anunció que se llamará a elecciones en abril de 2024 y su ministro de Defensa, Alberto Otárola descartó de plano que ella renunciará y anunció “una política de diálogo”.
Para echarle más bencina al fuego, la mandataria cesó en sus funciones a todos los prefectos (los equivalentes a a los delegados presidenciales) a nivel nacional a los que acusa de “azuzar” las protestas. En paralelo, los gobernadores regionales insisten en que se adelanten las elecciones como una medida para frenar el avance y la violencia de las protestas en el país.
Hoy la población se tomó el aeropuerto de Arequipa y quemó la principal planta lechera del país, ubicada en la misma región. Ardieron en minutos 12 camiones cisternas, 7 camionetas, todo el laboratorio de calidad de leche, toda la planta evaporadora y 12 montacargas.
En tanto, en la región de Apurimac, los movilizados quemaron el edificio de la fiscalía y la comisaría de Chincheros. Las protestas continuaron con el bloqueo de las carreteras, como la Panamericana Norte y la Sur. En la ciudad de Huancavelica, al norte de Ayacucho, unas 600 personas intentaron tomarse la planta de energía eléctrica Friaspata.
Y en la capital, un gran contingente policial se dispuso para resguardar los accesos al parlamento y el comercio cerró desde muy temprano. En tanto, el bloqueo de las carreteras del corredor minero ha detenido las operaciones de la gigante china MMG que transporta cobre hacia los puertos de la costa para distribuirlos al mundo. Y hacia el norte, los bloqueos se extienden hacia Trujillo y Cajamarca.