En el país galo, el pueblo salió a las calles este 18/10. Las demandas de los trabajadores: contra las alzas, contra los ajustes. La policía operó como en todos lados, con violencia y represión.
Se estima que unas 100 mil personas salieron a las calles a manifestarse en un centenar de marchas a lo largo del país contra el gobierno de Emmanuel Macron y sus políticas de ajuste y contra el alza de los precios de los alimentos, los combustibles y para exigir aumentos salariales.
El paro de hoy fue convocado en el marco de una huelga de los trabajadores de las refinerías de petróleo que ya lleva dos semanas de paralización y que tiene al país convertido en un caos, al borde del colapso.
El gobierno de Macron, al igual que en Chile, sacó a la policía con todo, a reprimir. Las fuerzas policiales, señalan las agencias informativas, actuaron brutalmente contra mujeres, ancianos, estudiantes y periodistas.
La oleada de protestas en todo el país recuerda la crisis que se inició en 2018 con los llamados chalecos amarillos, cuyos severos disturbios se saldaron con centenares de heridos y 14 personas asesinadas por la policía francesa. En aquel entonces el motivo fue el mismo que hoy, el alza en los costos de la vida producto de la subida en los precios de los combustibles. Igual que hoy, e igual que acá, la crisis le pisa los talones al régimen político.