Y por soplarle a un paco. La audiencia y el fiscal tuvieron que ser suspendidos. La audiencia porque todo se fue a las pailas luego de que fiscal que tenía que conseguir el castigo para un ladrón, le soplara a un paco lo que tenía que decir sobre cómo fueron los hechos.
El bochornoso caso sucedió en el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Santiago. En el banquillo de los acusados estaba un ciudadano venezolano de 21 años que, por el robo de un celular, ya estaba en prisión preventiva.
El susodicho se habría antepuesto a su víctima, bloqueándole el paso, fingiendo abrocharse los zapatos. En ese momento, su cómplice, que ya está condenado, le arrebató el teléfono de marca Huawei. La victima corrió tras el ladrón y en ese momento llegaron los pacos que detuvieron al extranjero.
El asunto es que durante la audiencia que se desarrollaba sin sobresaltos y con la debida y meticulosa actuación de testigos, abogados, fiscal y jueza, esta última, de nombre María Inés Collín, le pregunta a la víctima si podría reconocer su teléfono.
En ese momento le tocaba actuar al Fiscal quien para mostrar la imagen del teléfono Huawei “compartió” la pantalla de su computador en la pantalla del tribunal y ¡oh sorpresa! Justo, justo en ese momento apareció la conversación que estaba sosteniendo por wasap con el paco testigo de los hechos.
“Hay que decir que arrancaron” alcanzó a leer la magistrada en la pantalla compartida.
El fiscal estaba armando el relato con el paco, usted sabe, les cuesta sumar dos más dos.
Ni tonta ni perezosa la abogada del ladrón que ya estaba en prisión preventiva por robarse la gallina (perdón, el celular Huawei) solicitó que se anulara el juicio porque claramente el proceso “está viciado”.
Así las cosas, la jueza determinó la nulidad y el fiscal quedó suspendido y sumariado.
Colorín colorado este cuento se ha acabado. ¿Moraleja? Se pilla antes a un mentiroso que a un ladrón, pero si el mentiroso es un paco coludido con un fiscal, entonces el bochorno es colegial.