Oviedo fue comandante en jefe del ejército de los valientes soldados entre 2014 y 2018, bajo el gobierno de Michelle Bachelet. Es el segundo ex comandante procesado por la justicia ordinaria. El primero fue Juan Miguel Fuente-Alba.

Todos los otros ex comandantes han desfilado por los salones de la justicia militar y por los mismos delitos: robo a campo traviesa. Se han llenado los bolsillos con platas de todos los chilenos en lo que se ha conocido como el robo del siglo, el Milicogate.

Pero Oviedo rompió todos los récord. En puras compras con tarjetas de crédito, el sinvergüenza gastó unos $75 millones en moneda local y otra suma similar en compras en dólares en el extranjero.

En su cuenta corriente del BCI el mandamás recibía la platita de su sueldo mensual, y además la justicia logró además determinar que ingresaron a modo extra $187 millones en depósitos en efectivo. Es muy probable que su modus operandi fuera el mismo que el de todos los otros sinvergüenzas: el sobre con dinero en efectivo. Así, bien a lo narco.

“Nosotros no hemos sido notificados todavía legalmente de que él se encuentre citado para ser formalizado, pero en el caso de ser así lo vemos como una oportunidad para poder acreditar la inocencia del general Oviedo en las imputaciones que se le han hecho”, señaló, sin ponerse ni colorado, el abogado de Oviedo, Gonzalo Rodríguez.

Recordemos que el Milicogate es resultado de la investigación del periodista Mauricio Weibel, que a propósito del caso señaló que “este es el único ejército en el mundo donde todos sus ex comandantes en jefe están siendo investigados por la Justicia”.

En la justicia militar el caso lo lleva la implacable jueza especial, Romy Rutherford. A marzo de 2019 la justicia determinó que los milicos se robaron unos $61.000 millones. A la fecha tres ex comandantes del ejército están procesados por el robo del siglo: Juan Emilio Cheyre (2002-2006), Óscar Izurieta (2006-2010), Juan Miguel Fuente-Alba (2010-2014), Humberto Oviedo (2014-2018), y por último, a Ricardo Martínez Menanteau (2018-2022).

Este año, a los milicos también les cayó encima el Consejo de Defensa del Estado, en total once rateros, todos con grado de oficiales. Tienen que devolver la módica suma de $565 millones. Pero en el listado de “los once” no están todos los delincuentes del ejército, porque muchos de ellos fueron “voluntariamente” a depositar las luquitas cuando la institución, mediante instructivo, los conminó a devolver lo robado.