En ese combativo sector antofagastino, esta noche se conversaba, discutía, compartía, al calorcito de su rico té y sanguchito, nuestro pueblo se prepara para las luchas por cambiarlo todo.
Que ninguna demanda del pueblo ha sido resuelta. Que el gobierno sigue ensañándose con los presos, como con el Deivy. Que todo continúa siendo más caro. Que el Boric es más de lo mismo, un representante de los explotadores. Que al pueblo, a la gente común y sencilla, no le queda otra que seguir luchando. Y para eso hay que organizarse, movilizarse y madurar en nuestra propia experiencia.
Con cafecito en mano, su buen sanguchito, o bien un dulce y tecito, toma forma la jornada del Tecito Rebelde. ¡En la Bonilla, pueh! Allí, en Avenida Bonilla y Carrera Pinto, mientras se reproducen videos, suenan los acordes del combate, de la lucha, del pueblo.
Se habla de los sacrificios que ha asumido nuestra gente, del estallido, de lo que se viene, de cuántas peleas quedan por seguir dando para alcanzar la dignidad. Que ni el gobierno, ni la farsa de la constituyente iban a resolver las demandas que sólo, el mismo pueblo, puede resolver. Porque de eso se trata, de las tareas que tiene el pueblo para cambiarlo todo.
Es octubre, y las brasas del 2019 no se apagan con nada. Y ya van 3 años desde que las masas, el pueblo, se levantó en su propia lucha. Y esa lucha, el miércoles 19, en la Bonilla tiene cita. Se marcha. Pues, la única forma de conquistar lo que le pertenece al pueblo es con la protesta popular, con el poder de la gente sencilla, con una revolución dirigida por esa misma gente, la que todos los días levanta éste país. Nada menos es lo que tiene de tarea el pueblo trabajador. Para eso es que acera sus fuerzas.