En Conce, todo el mundo lo conoce: Versluys, súpermercado, pastelería y café, todo en uno. Un ícono regional. Pero, como con todas las cosas, alguien tiene que acarrear las cosas, preparar los kúchenes y atender a los clientes. Y los que hacen que todo el negocie funcione, necesitan vivir dignamente. Los dueños de la empresa esa parte… no la han entendido muy bien.
Varios fueron los días de infructuosas negociaciones del sindicato de trabajadores de Versluys del local de calle San Martín, a una cuadra de la Plaza de la Independencia. Sin resultados. Frente al portazo que les dio la empresa, decidieron hoy irse a huelga y salir a las calles de Concepción a pelear por sus demandas.
Y sí que se hicieron notar. Partieron a las afueras de la Seremi del Trabajo, marcharon en una numerosa columna por la Avenida O’Higgins-una de las principales arterias de la capital regional- para finalizar el periplo frente a la Catedral de Concepción.
Las razón de la movilización es la misma que nos obliga una y otra vez a los trabajadores a volver a las calles. La dignidad. Ni siquiera solicitan un sueldo acorde a lo trabajado. Piden un reajuste de un 6% en su sueldo base, entre otros bonos, lo que se traduce en mejores condiciones laborales. La contraoferta de la empresa “familiar”: ¡un dispensador de mantequilla! ¿Para qué queremos esa hue…? se habrán preguntado los y las laburantes.
Pamela Gacitúa Valdivia, tesorera del sindicato, en conversación con REVOLUCIÓN nos señala: “hoy nos movilizamos, porque la empresa rechazó todos los puntos de nuestro petitorio luego de la negociación, los cuales eran un reajuste al sueldo base, otro de acuerdo al IPC, un bono de movilización y uno por término de conflicto. Un aguinaldo de fiestas patrias y navidad”. Nada que Versluys no pueda pagar y nada que no sea justo.
La dirigenta señaló además a nuestro medio que “hasta el momento no existe ningún tipo de avance en las negociaciones, por eso decidimos convocar a huelga. Mañana sábado nos juntaremos a las 10:30 de la mañana al ingreso de Versluys, para continuar movilizándonos”.
Pamela finaliza convocando a los trabajadores afiliados al sindicato como a aquellos que no lo están “a sumarse a las movilizaciones, ya que toda esta lucha es para exigir derechos para todos y todas”.
Así con el supermercado y pastelería Versluys, que se jacta de la calidad de sus productos y que hoy mantiene a quienes los producen y generan su riqueza en la calle luchando por dignidad.
Unidad y Fuerza trabajadores y trabajadoras.
¡Todas las demandas del pueblo, una sola lucha!