Hoy, a las paralizaciones de los trabajadores del metro y de los trenes se sumó la huelga del mayor puerto de carga de Gran Bretaña. Es la respuesta al alza de los costos de la vida.
Unos dos mil trabajadores del puerto de Felxistowe, a unos 150 kilómetros al norte de Londres, la capital, dejaron sus puestos para pedir mejoras salariales. El puerto de Felixstowe es la mayor terminal de contenedores del país. Casi la mitad de la carga comercial que entra al país lo hace por allí.
La paralización de los trabadores pone presión a la situación por la que pasa el país: la mayor inflación en 40 años, un 10,1% y que, se espera, llegue al 13% a finales de año. Pero la empresa les ofrece a los trabajadores un reajuste salarial de 8%. Ojo que en Inglaterra no hubo cuarto retiro, ni IFEs.
Hoy además se ha sumado a la paralización portuaria, la del metro y el transporte público londinense. Y estas huelgas le suceden al paro del ferroviarios, iniciado la semana pasada, convocados por el Sindicato de Transportes Ferroviario y Marítimo (RMT) por mejoras salariales y condiciones laborales. En tanto, al menos 63 líneas de autobuses quedaron fueron de circulación tras las movilizaciones.
Los trabajadores del metro paralizaron por lo de los sueldos, pero también por el plan del gobierno de eliminar unos 600 puestos de trabajo (en las boleterías) y “revisar” el plan de pensión de los trabajadores con objeto de ahorrar unos 117 millones de euros, a su costa, a partir del 2025.
“Hemos sido abiertos y transparentes sobre el impacto que la pandemia ha tenido en nuestras finanzas,” señaló el director de operaciones de la TfL, Nick Dent. Sí que sí, lo mismo de siempre, la crisis a cuenta de los trabajadores.
“Nuestros trabajadores del transporte han sido héroes en los últimos dos años y medio al continuar con el transporte en Londres (durante la pandemia) para permitir que nuestros trabajadores clave, como enfermeras, médicos, maestros, minoristas o policías pudieran ir a trabajar. La forma de premiarles no es estableciendo unas condiciones draconianas para cambiar sus pensiones de manera unilateral”, señaló el dirigente de los trabajadores Mick Lynch.
Los trabajadores ferroviarios movilizados son unos 45 mil y lo que piden es lo obvio, que el salario se actualice al nivel de la inflación, de lo contrario les estarían bajando el sueldo. Network Rail, la ferroviaria que es parte del Ministerio de Transporte, además quiere cortar 2.500 puestos de trabajo y reemplazarlos por tecnología en las áreas de boletería e inspección de vías. La huelga, la mayor en 30 años, ha traído el caos a un país para el cual los trenes son fundamentales.
En tanto, los trabajadores de operadores privados se niegan a volver al trabajo si la oferta de aumento no es mayor al 8% que les están ofreciendo
Pero este panorama puede ponerse peor. Se anuncian huelgas en correos, recolectores de basura, de las telecomunicaciones, entre otros.