Ajuste entre bandas rivales

Se sabía desde hace rato que los pacos estaban metidos en los negociados del robo de la madera. Hoy, a través de una investigación del medio «Interferencia», se supo que al jefe de inteligencia de los pacos en la Araucanía, Christian Beltrán, lo trajeron de un ala a Santiago. Se trataría de un ajuste de cuentas de bandas rivales. Pero vienen más sorpresas.

Dicen que al mandamás de los pacos y favorito de Boric, el general Ricardo Yáñez, no le gusta nadita la Dipolcar, el organismo de inteligencia comandado por Luigi Lopresti. Y por eso, seguramente, Lopresti se enteró cuando los hechos estaban consumados. Habían removido a su panita en la Araucanía, teniente coronel Christian Beltrán, para trasladarlo a la 38ª Comisaría de Puente Alto.  A pasar partes, mi comandante.

Punto para Yáñez. Picao, picao quedó Lopresti.

Según la investigación del medio Interferencia, Beltrán estaría involucrado en manejos truchos, con forestales amigas, amigas de lo ajeno, en el robo de madera. Esto era vox populi, pero era necesario darle nombre y apellido y allí saltó Beltrán. El 27 de julio pasado el alto mando, llámese Yáñez, ordenó su traslado a Puente Alto.

Yañez dijo hoy públicamente que no, que na´ que ver, que a Beltrán -que está ahorita con licencia médica tras el síncope, luego de que lo pillaron chanchito- lo trasladaron por un proceso administrativo. ¡Seguro!

Beltrán era el number one de Lopresti en la Araucanía. Era el jefe de la Asesoría Zonal de Inteligencia de la Macro Zona Sur, la unidad con sede en Victoria, allí, en medio del territorio en conflicto.

De verde, Lopresti, del jefe de la Dipolcar. A su derecha, de camisa cuadrillé rosa, Beltrán, el de inteligencia en la Araucanía, asiduo a la juerga, los casinos y el robo de madera.

Beltrán estaba a cargo de monitorear la violencia rural y el conflicto en el Wallmapu. Pero el ladronzuelo se había asignado más peguitas, además de negociar su parte en el robo de madera. Entre ellas, se dice, vendía información a diversos actores interesados en el territorio, por ejemplo a grupos mapuche sobre los allanamientos o datos de forestales que compraban la madera de los fundos recuperados.

Pero no todo era pega para Beltrán. Este narco era aficionado al juego, se conocía todos los casinos a la redonda. También era habitué del maltrato a sus subordinados y de utilizar recursos públicos para fines personales (media novedad, la plana mayor de los pacos está procesado por lo mismo). Por estos motivos fue acusado por sus subordinados, pero la investigación terminó con una amonestación a los denunciantes.

Nada de esto sorprende, así operan las bandas criminales, con todo lo que tienen a mano: relaciones, poder de fuego, vínculos políticos, información de inteligencia, y sus piscolas en el casino Dreams Temuco.

El caso del traslado de Beltrán coincide con el feliz anuncio que hizo hoy el gobierno para reformar a Carabineros.

Muy contentita, la hiperventilada ministra Izkia Siches por fin pudo mostrar avances en su cartera.  “Queremos avanzar hacia un cuerpo policial que contribuya a la cohesión social y fortalecer la democracia” (en esta parte, el chiste se cuenta solo) y, como guinda de la torta, anunció, ¡chan chan! que se modificarán los requisitos para postular a los pacos.

El comando del Interior junto a los pacos, anunciando grandes reformas de los pacos: fin a la discriminación, porque aquí, cabemos todes.

Podrán entrar a la institución quienes tengan pie plano, tatuajes y caries y también los petaquitos. No más discriminaciones, porque en este país cabemos todes les chilenes.

Si, así como lo oyó. Esta bolsa de papas fritas venía extra inflada y llena de sorpresas hiper anunciadas. ¡Chan, chan, feliz cumpleaños!