Para el pueblo, lo mejor

Conductores y conductoras del transporte público, agrupados en una nueva organización a la que han llamado Anónimos, llaman a sus colegas a participar de una gran asamblea que se realizará el próximo mes de septiembre. Han decidido organizarse para luchar por sus derechos laborales, por el derecho de trabajar con dignidad, pero también han decidido dar un paso para luchar por un transporte público con dignidad para el pueblo. Porque sólo el pueblo ayuda al pueblo.

9 de agosto de 2022

Anónimos somos todos, vamos por una organización de nuevo tipo.

¿Qué pasa con las y los conductores de la locomoción colectiva?

Anónimos es una organización de conductores sociales -así se hacen llamar- que denuncian las graves situaciones que vive a diario la nueva generación de conductores más jóvenes (ayer choferes) y de trato diferente hacia el usuario sean trabajadores , estudiantes o pobladores.

En una larga conversación nos cuentan los difíciles escenarios en que trabajan. Señalan que las condiciones laborales en que trabajan no son las que les prometieron cuando se inauguró el servicio. Hombres y mujeres sufren la misma precariedad. Entre sus principales problemas están las largas jornadas de trabajo -de hasta 8 horas sin colación- y los cortos tiempos para sus necesidades biológicas.

Los sueldos, denuncian, no son acordes con el servicio que tienen que prestar, a esto se añade, la falta de fiscalización del Ministerio a las empresas de servicio en ruta; el estado de las máquinas; calles y vías en mal en mal estado; bloqueo de vehículos particulares en pistas exclusivas de buses lo que retarda el servicio y provoca incidentes y el malestar de los pasajeros. A esto, agregan, existe inseguridad, falta de personal y mantención y aseo de las máquinas, entre otras muchas situaciones particulares.

Denuncian también el sindicalismo servil a la patronal y la ausencia de apoyo a las trabajadoras y trabajadores conductores.

Los nuevos conductores señalan que quieren dejar atrás la imagen del antiguo chofer que competía en las calles, el maltrato a los pasajeros. Ellos son una nueva generación, dicen. Jóvenes de entre 18 y 45 años con conciencia de clase. Muchos vienen de otros oficios, son técnicos y hasta profesionales, estudiantes universitarios, etc.

Quieren entregar un buen servicio porque consideran que el transporte en un derecho de las personas y que solo cambiando esta antigua forma de relacionarse con los usuarios, recibirán un trato respetuoso y considerado a pesar del estrés que significa conducir y competir en las calles.

Este grupo de trabajadores han decidido organizarse desde el el anonimato para evitar despidos. Quieren ser una organización de nuevo tipo, cuentan. Señalan que su trabajo vale mucho más que el sueldo que reciben porque es estratégico puesto que trasladan al pueblo, a los más carenciados, los que hacen la pega, los que producen las riquezas del país.

Dicen que junto con mejorar sus condiciones laborales pretenden dotar al servicio de excelencia, darle dignidad al público que trasladan. “Vamos mas allá, no se trata solo de mejorar las condiciones de los trabajadores, hacer la pega bien por el pueblo, por los estudiantes, los pobladores”, declaran.

Por lo pronto hacen un llamado a sus colegas a participar en una gran asamblea a realizarse en el mes de septiembre. También invitan a las organizaciones sociales y populares a debatir sobre la necesidad de un servicio digno para el pueblo y justo para el conductor.

Por último, señalan, se hace necesario reconocer la labor fundamental y estratégica que cumplen, por ello piden el apoyo de todas y todos.

A través del correo conductorsocial2022@gmail.com invitan a la gente a sumarse a esta iniciativa, sin miedo porque el propósito no es otro que mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras del transporte y el servicio para el pueblo trabajador.

Solo el pueblo ayuda al pueblo