En la comuna de Chiguayante, Región del Biobío, se realizó el lanzamiento del programa piloto de gobierno “gas a precio justo” el que permitirá a tres mil familias reducir el precio del gas licuado que será vendido, en primera instancia, en tres comunas del país a un valor de 15 mil pesos.
Antes de iniciar el acto oficial y mientras los trabajadores municipales entregaban a la gente – que ellos mismos habían acarreado – chapitas, mascarillas, bolsas y todo tipo de obsequios para que asistieran, un joven intervino e hizo dar vueltas en círculos a varios de los organizadores del acto luego de que levantara un cartel y alzara la voz por la libertad de los presos políticos y por la exigencia de justicia en los casos de Manuel Rebolledo y Pablo Marchant. Haciendo alusión a las promesas que el presidente realizó en el marco de su campaña y claramente no ha cumplido. Por supuesto los organizadores del municipio comenzaron a señalar » que no era el momento» o «no es el contexto».
Pan y Circo
Luego del friccionado inicio, fue el turno de Jackson quien palabras más, palabras menos señaló que este año llegarían con 6000 mil balones a 3000 familias, es decir 2 balones de aquí a fin de año para los beneficiados. – O sea que cada balón debería durar dos meses y medio para llegar a diciembre ¡ja! Además recordaron que sólo pueden acceder las familias pertenecientes al 40% mas pobre – los que claramente son más de tres mil.
Además Jackson señaló que, a pesar de ser una fracción menor de cilindros con los que se inicia el programa, por no decir una cagada (mil familias por comuna) “esta fracción menor, a medida que se vaya extendiendo podrían hacer que el resto de las compañías – sueña – comiencen a disminuir los precios para poder ser parte de este mercado. Mercado, muy concentrado con comportamiento oligopólico…”
Del ministro Huepe y el alcalde Rivas para que hablar. – menos brillo que el anterior- Mucho ruido pocas nueces, como dicen por ahí.
Finalizaron el circo rosa, con un punto de prensa que tenía como fondo el camión rosa, cilindros rosa y hasta el gorro de Jackson del mismo color – cual alcaldesa de Maipú- faltaron los peluches y los tictoc para igualarla.
Solo les recordamos que el pueblo los observa, evalúa y sigue de cerca sus pasos tambaleantes . Así que mejor prepárense. Porque a los payasos de este circo ya no los quiere nadie.