Perdón, leímos mal, era el premio al mejor “comandante”. El ejército de nuevo en los tabloides y por lo mismo de siempre: corrupción. Esta vez, porque se gastaron $14 millones en un premio a unos milicos y otros tantos millones en pagarles los gastos comunes de sus departamentos en España. Todo, obviamente es irregular, ilegal. Nuevamente en acción los delincuentes.
La Contraloría le dio 30 días al ejército de los valientes soldados para que expliquen por qué se gastaron $14 millones de pesos en unos premios “al mejor comediante”, aunque fueron dos los galardonados. Los premios fueron unos pasajes a Houston, Texas, USA; además, $18 millones en pagos de gastos comunes de viviendas fiscales en España para las agregadurías militares en el extranjero. Ambos ítems son irregulares.
Los primeros, porque no están rendidos oficialmente. Los segundo, porque no proceden. Ya en las lucas que les pasan cuando se van a hacer nada al extranjero, incluye este tipo de gastos. Además, la Contraloría les ordenó devolver la platita.
En su singular manera, el ejército, a través de un oficio, justificó que los premios eran para que los condecorados comediantes conocieran aspectos de “instrucción y entrenamiento” de unidades de las Fuerzas Armadas de EE.UU, y de la “cultura local”.
Y sobre los gastos comunes, explicaron que la ley española obligaba a las reparticiones estatales a pagar los gastos comunes y no los funcionarios. Pero eso es bien de mentiritas porque a los milicos les pasan plata para ese ítem, por lo tanto, debían pagarla de sus bolsillos.
Son bien gatos de campo estos valientes soldados. Agarran de dónde pueden.