¿Es usted una persona común y corriente? Si su respuesta es sí, entonces está perdiendo tiempo. Con el alto precio del dólar podría estar poniendo sus ahorros en la compra de un departamento en Miami. Si su respuesta es no, pues está bien fregada porque el dólar va a seguir subiendo y con ello, todo lo demás.
Para el nunca bien ponderado Juan Sutil, nuestro chanchito de tierra, bicho rastrero e insignificante, el mundo se divide entre la gente que es “común y corriente” y por ende, en la que no lo es. Entonces, el resto, y podríamos citar a Julio Cortázar, el escritor argentino, vendríamos a ser como unos “Cronopios o Famas”.
Según Sutil, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio CPC, (sí, el que tuvo que encerrarse en un hotel por el Covid, mientras lo de la reunión de Las Américas en L.A. y cuando le quemaron el fundo en Galvarino, ¡penita!) usted que es una “persona común y corriente” está puro dando jugo si aún no se ha comprado un departamento en Miami para capear las vicisitudes que está generando el alza sostenida del dólar.
Atinado como siempre, el empresario se mandó unas recomendaciones muy oportunas para la “gente común y corriente”, a propósito de qué hacer con los ahorros ahora que el dólar se empina cerca de los $1.000
Qué nos importa el precio del dólar, en cuánto se cotice, que los brokers y los de Wall Street. Bueno, resulta que a los que somos “personas no comunes ni corrientes, o sea a los que somos cronopios y famas, nos afecta porque el combustible sube cuando se compra en dólares y si sube el dólar sube el precio del combustible y con ello, todo, todo, todo lo demás.
Pero para eso hay una solución. Una solución que lamentablemente sería sólo para la gente “común y corriente” no para usted y el resto.
“Hay chilenos de todo tipo, medianos, chicos, grandes y muy grandes, que han tomado la decisión de quizás tener sus ahorros en otro lugar” organizó en su sofisticada escala, Sutil. Por ejemplo, añadió, “es cuestión de ver las ofertas de departamento en Miami (…) y esas no las compran los multimillonarios, las compran las personas común y corrientes”.
Y para ser mucho, pero mucho más claro, terminó de ejemplificar. “Un profesional común y corriente que puede tener sus ahorros, puede comprar un departamento en vez de Santiago, en Miami ¿Por qué no? Si lo puede pagar a 20 o 30 años”.
Qué lástima que no sea usted, su vecino, la cuñada y el del lado, una persona común y corriente, sino ya podría estar estrenando su tercera vivienda en Miami Beach.