Otra fosa séptica

Los pacos no dejan de dar noticias y siempre es una cloaca. Un artículo en el medio Interferencia denuncia el millonario negocio que tiene Claudio Crespo -el paco que cegó a Gustavo Gatica- y familia, con Carabineros de Chile vía licitaciones y tratos directos. Además, un informe “secreto” de los pacos señala que 549 de sus miembros estarían involucrados en la red de estafa piramidal conocida como KnightsBridge.

“Buen día, logré emprender y con mucho esfuerzo instalé una empresa de seguridad privada”, tuiteó el 23 de diciembre de 2021 Claudio Crespo, ex teniente coronel de Carabineros acusado por la fiscalía de cegar de un disparo de escopeta a Gustavo Gatica durante el estallido social”.

Así comienza el artículo del portal Interferencia sobre el emprendimiento de Claudio Crespo y familia. Un «emprendimiento» de limpieza y seguridad, engordado desde el año 2011 a la fecha.

La investigación son párrafos de información sobre las cuantiosas sumas que la empresa Fullclean S.A., propiedad de Claudio Crespo, su esposa, su suegra y su cuñada, obtuvo gracias a los negocios con Carabineros de Chile.

El negocio de Crespo comenzó a operar en 2004, pero desde 2009 a la fecha ha “celebrado” unos 300 contratos con la institución, con servicios de aseo en un principio, para terminar prestando los de seguridad.

Crespo «el carnicero», condecorado por los múltiples servicios entregados a la institución corrupta a la que sirve

El 27 de agosto de 2021, mientras Crespo estaba en prisión preventiva y dado de baja por el caso de Gustavo Gatica, su empresa cerraba un jugoso contrato por la suma de  $6.588.511.955 para el aseo del Hospital de Carabineros, dos consultorios, dos oficinas y un Cesfam de la institución.

En los negocios la empresa ha actuado vía licitación pública – en orden a la ley y vigilancia de la Contraloría- y a través de tratos directos. Cuando se ha tratado de licitaciones, es decir, compitiendo con otras empresas, Crespo y compañía, las ha ganado siempre.

No es curioso que la comisión que vela por la transparencia en estas licitaciones -señala la investigación de Interferencia- esté compuesta por pacos y que uno que otro sea muy cercano al susodicho, como Ronald Saldías Toro, compañero de Crespo en la Escuela de Carabineros.

“El carnicero” y sus $13 mil millones en 10 años

Aquí alguno de sus emprendimientos. En 2011, vía trato directo del Fondo para Hospitales de Carabineros, se adjudicó un negocio de $479 millones para aseo. Meses después se ganó otro, de $2.079 millones (si, dos mil millones y tanto). En 2015, con otro trato directo se metió al bolsillo $882 millones. Y para cerrar, el 2015 en una licitación agarró $2.592 millones.

No es de extrañar entonces lo que sucedió durante la investigación por el disparo que cegó a Gustavo Gatica. En el sumario de los pacos -abunda el artículo- se menciona a ocho pacos que dispararon lacrimógenas el día y lugar de los hechos.

“Entre los autores de disparos, a quienes se identificó a través de su distintivo policial en la tabla, había uno que fue pasado por alto en las pesquisas, sin ser mencionado y mucho menos interrogado: el G-3, autor de 170 disparos de escopeta y 43 de carabina lanza gases, quién más percutó su armamento ese día y que lo hizo precisamente en las calles que lesionaron a Gatica”. Si, el G-3 es Claudio Crespo, apodado «el carnicero» por su largo historial de represión a la población durante el levantamiento popular de 2019 y mucho antes.

Los estafadores

Son más de quinientos los pacos que estarían involucrados en la estafa piramidal. En calidad de víctimas o victimarios. Juzgue usted. La información se la entregó -a modo muy secreto- la institución al Ministerio Público que investiga el caso de la empresa KnightsBridge, denunciada por estafa piramidal. Y no se lo entregó porque quiso, sino obligada.

Un modus operandi en el que al incauto o desesperado le ofrecen poner una luquitas a cambio de dárselas de vuelta,  aumentadas. Le funciona bien a los primeros, efectivamente doblan las lucas. Estos pasan el dato y se suman más y más. Y luego, cuando hay harto incauto poniendo plata, ¡zaz! que dan el zarpazo y desaparecen con el botín. Así operaba, a grosso modo, KnightsBridge, pero con artículos importados que la gente compraba y a la que le prometían devolverle impuestos que superarían el valor de la compra.

“De acuerdo a las indagatorias preliminares efectuadas por la Contraloría General de Carabineros, se remite relación nominal del personal institucional que, voluntariamente, manifestó haber tenido participación en la citada empresa de inversiones, haciéndose presente que esta información reviste el carácter de preliminar y susceptible de experimentar variaciones en cuanto al número”, señala el oficio. O sea, puede haber más de 549 pacos metidos. De víctimas, tenemos serias dudas. De ladrones estafadores, sobradas razones.

Nota al pie: no dudamos tampoco que mañana la ministra Izkia Siches entregue su total respaldo a la institución. O al menos, guarden silencio todos ellos.