La mediación de la Conferencia Episcopal de Ecuador y la gran voluntad del líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leónidas Iza para dialogar hizo posible que hoy el régimen pudiera mostrar ante el país un “Acuerdo por la Paz”.

De lo más concreto obtenido en la accidentada negociación entre la Conaie y el presidente Guillermo Lasso, que en rigor nunca se sentó personalmente a negociar con nadie, fue la reducción en 15 centavos de dólar para el precio de los combustibles. La demanda inicial era una reducción de 40 centavos, el gobierno ofreció 10 y hoy terminó con 15.

De lo que se sabe hasta ahora, este Acuerdo por la Paz, consta de medidas bastante generales. El aterrizaje de las medidas, que se supone atienden a las 10 demandas enarboladas por el movimiento indígena, se resolverán en mesas de trabajo que se desarrollaran durante los próximos tres meses.

Se dice que Lasso se comprometió a firmar un largo listado de decretos para satisfacer las demandas.  Por ejemplo el 452, dirigido a los gobiernos provinciales para que controlen los precios y eviten la especulación en los bienes de primera necesidad. Y a derogar dos, el decreto 95,  emitido en julio de 2021,  que, a modo general,  busca aumentar la participación privada en la explotación de hidrocarburos y la el decreto 151 que establece aumentar la producción petrolera en desmedro de las áreas protegidas. No obstante, estos últimos dos sólo están contenidos en un punto de las 10 demandas enarboladas por la Conaie.

Tan bien dispuesto a los acuerdos estuvo Leónidas Iza que respecto de la criminalización de la protesta y la reparación a las víctimas de la represión durante los 18 días de movilización -con seis muertos y 331 heridos por la represión policial-   señaló que “esto va a quedar bajo la buena fe y buena voluntad del Gobierno nacional.”

Pero Lasso también fue generoso. Se comprometió a aumentar 5 dólares ($4500) el bono de desarrollo humano que se entrega a las familias más carenciadas del país. O sea, lo subió de 50 a 55 dólares (casi $50 mil) y de otorgar un crédito agrícola de $4,5 millones (en pesos chilenos) pagadero en hasta 30 años con un interés del 1%. Una ejemplo de la piñata feliz en esta fiesta por la paz.

En un acto de grandilocuencia final, la dirigencia de la Conaie advirtió que si no se cumple la palabra empeñada en estos 90 días de trabajo que vienen, volverán nuevamente a Quito. Dicen que la tercera es la vencida. Habrá que ver si esta tercera vez el pueblo vuelve a creer en Iza y el movimiento que dice representar.