Está en curso la destitución del presidente Guillermo Lasso, o de la Asamblea Nacional. Se habla de muerte cruzada, porque es tal la crisis en el país, que durante los días que siguen se verá quien toma la iniciativa para tirar primero el mantel de la mesa ante la grave crisis política que vive el Ecuador.
“La Asamblea Nacional de Ecuador convoca mañana a una sesión para destituir al presidente Lasso. Esto es lo que debió pasar en Chile, pero que los tibios justificaron con “salvar la democracia”, ojalá no aparezca un Boric en Ecuador, salvando a Lasso”.
Esta cita refleja la situación por la que pasa el Ecuador. Refleja el momento crucial en que se mide la fuerza de un pueblo y la debilidad de un régimen. También es el momento en que el pueblo asiste al escenario en que se exponen los intereses de unos y otros, de quienes están con el pueblo y de quienes actúan a traición.
Ecuador vive un nuevo levantamiento popular. Esta vez ha sido iniciado con una convocatoria hecha por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, (Conaie) pero que ha excedido sus márgenes para sacar el pueblo en su conjunto a las calles. Una reedición del levantamiento del 2019 pero con una crisis económica mayor y un pueblo con el que ya no hay margen de diálogo.
A pesar de los llamados a la protesta pacífica, la crisis política en Ecuador – con movilizaciones que se han tomado la ciudad capital, Quito, poblados y ciudades en casi todas las provincias el país- se ha vuelto inmanejable para el régimen. A pesar de los muertos -cinco se contabilizan y cientos los heridos- el pueblo no deja la calle.
Ante este escenario y en un intento de tomar la iniciativa para salvar el pellejo, el presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, Virgilio Saquicela, ha convocado para este sábado 25 -día 13 del paro nacional indefinido- a una sesión para analizar la destitución de Lasso invocando el numeral 2 del artículo 130 de la Constitución de la República. Esto es, “por grave crisis política y conmoción interna”.
De aprobarse con 2/3 de los asambleístas, el presidente Lasso quedará destituido y la Asamblea convocará a elecciones para un nuevo mandato. La iniciativa la ha tomado la bancada Unes -Unión por la Esperanza- “tras la imparable escalada de violencia -que ya deja varias muertes- y las criminales incitaciones a un enfrentamiento entre ecuatorianos, no vamos a esperar más”.
Cuentan con 47 votos a favor para discutir la destitución. Pero en la Asamblea deberán contar con 92 votos para conseguirla. De no lograr estos votos, Lasso podría llevarles la delantera y solicitar la disolución de la Asamblea y para ello, le bastaría solo un decreto. Pero en la Asamblea también están los suyos. En este fuego cruzado -muerte cruzada le llaman- habrá que ver quien anota el punto, que no significa otra cosas que el fin de uno de los dos actores de esta tragedia.
La tragedia para el régimen y sus instituciones, pero para el pueblo, una pequeña victoria en el camino que ha decidido andar nuevamente, el la de la lucha de clases.