Una investigación colaborativa y “transfronteriza” dio a conocer hoy el gran negocio tras la represión al pueblo movilizado en el continente. Por ejemplo, cómo en Chile, los pacos vieron aumentado en un 2.300 % su presupuesto para compra de armas “no letales” usadas durante el levantamiento popular de octubre de 2019.
Realizaron esta investigación, el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (Clip), Animal Político de México, , Cerosetenta de Colombia, El Deber de Bolivia, Efecto Cocuyo de Venezuela, El País América, El Universo de Ecuador, No Ficción de Guatemala, Revista Anfibia de Argentina, UOL de Brasil, Noticias Telemundo de Estados Unidos e Interferencia de Chile.
La investigación fue resultado del trabajo de al menos 89 reporteros, editores y fotógrafos en todos esos países. En ella, dan cuenta del gran negocio de las armas “no letales” tras la represión a la protesta en América Latina durante los últimos cinco años: Venezuela en 2017, Chile en 2019, Colombia ese mismo año y en 2019, en Bolivia, en noviembre de 2019 luego del golpe de Estado de la evangélica reaccionaria Jeanine Áñez; en Ecuador, también en octubre de 2019 y en Guatemala a fines de 2021.
Es una investigación sobre las “armas no letales”, dice a modo editorial la investigación, para develar la distancia que existe entre la teoría y la práctica sobre su uso. La teoría es humanitaria, ya que son usadas para “la contención de la movilización” pero en la realidad, su uso es criminal: infligir daño en la población. Amedrentar, reprimir y asesinar.
Según la investigación estas armas “no letales” usadas durante las movilizaciones – desde el 2017 al 2021 – han dejado como saldo 33 muertes y secuelas de por vida a 170 personas. La mayor cantidad de víctimas las tuvo nuestro país, con 99 personas lesionadas de manera severa y un muerto.
Reiteramos, las cifras de la investigación se refieren a las víctimas del uso de armas no letales por parte de las policías y militares. Porque hubo crímenes cometidos con otros métodos como el atropellamiento premeditado, asesinatos pasados por muertes en incendios, suicidios en comisarías, sicariatos, etc. etc.
Por supuesto, continúa la editorial de esta investigación, no se ha visto dinero para reparar a las víctimas. El dinero estuvo antes para la represión. Según la investigación, en los ochos países de la región antes mencionados, se gastaron 112 millones de dólares en equipos antimotines y armas no letales. Durante 2019 los gobiernos, en especial Chile y Colombia, triplicaron su gasto en este item. En nuestro país ese monto en 2019, bordeó los 10 mil millones de dólares. El año en que más se gastó.
Y cuando a algún gobierno le faltaron armas no letales se dio una cooperación ilegal transfronteriza. Es el caso de Bolivia. En el golpe de estado contra Evo Morales en 2019, envió armamento Mauricio Macri, desde Argentina y Lenin Moreno desde Ecuador. Y a Ecuador en su oportunidad le mando apoyo Colombia y luego Duque le devolvió la mano a ese país. Y así, una y otra vez cada vez que fue necesario.
En Chile
En Chile, cuenta la investigación, los pacos aumentaron en 23 veces su gasto en arsenal no letal en 2019.
“A lo largo de esos cinco meses de manifestaciones, Carabineros disparó 193 mil cartuchos lacrimógenos y lanzó 45 mil granadas químicas. Durante los primeros tres, percutaron 152 mil cartuchos de perdigones en sus escopetas antidisturbios. A ese ritmo de gasto, tanto la policía como las Fuerzas Armadas –desplegadas también en labores de control de orden público– necesitaron reabastecerse constantemente”
“Durante 2018, un año antes de que comenzara el denominado estallido social chileno, Carabineros gastó US$360 mil en armamento no letal, según información obtenida desde la propia institución. En 2019 y hasta octubre, el mes que iniciaron las protestas, no se compró ningún elemento disuasivo. Pero el 18 de aquel mes, con la llegada de las manifestaciones, los vendedores de armas expandieron su negocio en 2.300%”
“En apenas cinco meses y mediante al menos 34 órdenes de compra, la policía adquirió armas y municiones no letales por un total de US$8.290.922; 23 veces lo desembolsado desde 2018 hasta octubre de 2019”
“Empresas estadounidenses y españolas figuran entre los proveedores de Carabineros durante las protestas, pero el mayor productor de armamento para Chile fue un fabricante de la región. La brasileña Condor Tecnologías No Letales vendió $6.5 millones de dólares a la policía entre 2019 y 2021, más de la mitad de lo adquirido por la policía en armamento para control de orden público”.