Si hay un lugar en Chile donde se expresa la mayor de las crueldades contra el pueblo trabajador, es la salud pública. Allí festinan los buitres de blanco sus ganancias y escupen diariamente a la dignidad humana. Esto, en un hospital psiquiátrico y público está exponencialmente exacerbado, no tenemos dudas.
Sentidos, ofendidos están los médicos del hospital siquiátrico El Salvador de Valparaíso y el Colegio Médico porque les jugaron chueco. Ellos, los médicos le abrieron las puertas del calabozo ese en Valparaíso a las nuevas autoridades de gobierno y con la chichita con que les salieron.
Una delegación del funcionarios del Servicio de Salud de Valparaíso, de la División de Gestión de Redes Asistenciales y asesores de salud del gabinete de la ministra María Begoña Yarza visitaría el hospital el 11 de mayo.
Tenían todo preparado para la visita, su rico café con galletas, los pasillos limpios, las enfermeras enchuladas, los loquitos bien peinados, los feroces, escondidos. Luego del café, vendría el lloriqueo, que ellos y su vocación, que es tan sacrificado trabajar en estos antros con gente pobre y además loquita.
Con el lloriqueo vendría el palmoteo en la espalda y luego el cheque.
Pero oooooso, las autoridades le salieron con una denuncia en la fiscalía regional por tratos crueles e inhumanos, o sea, por tortura. Por ejemplo, la aplicación de electroshock sin anestesia. O sea, torturas.
“En esa oportunidad se constataron una serie de dificultades en el funcionamiento del recinto. Entre las observaciones formuladas, se destaca: ‘Nos preocupa enormemente el alto riesgo para las personas usuarias, desde la práctica de intervenciones fuera de norma técnica, la escasa supervisión y cuidado que deja expuesto a violencia a las personas, desde autoagresiones y suicidios, a heteroagresión, homicidio y vulneraciones de todo tipo, además del riesgo de tener pacientes adolescentes junto a adultos, lo que constituye una vulneración flagrante de derecho. Sumado a esto, no tenemos claridad que los pacientes no estén privados de libertad ilegalmente’”.
Señala como parte de los antecedentes la denuncia del Minsal. Los hechos antes descritos, constituirían lisa y llanamente, tortura y tratos crueles e inhumanos, previsto en nuestro cuerpo legal.
“Así las cosas, esta repartición pública estima que el tipo penal descrito en el artículo 150 A recién citado se configura, en la medida en que se trata de funcionarios públicos que están actuando en forma contraria a la Lex Artis, infringiendo intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, considerando además que esta persona adolece a lo menos de una enfermedad psiquiátrica severa, su estado de salud es desmejorado, por lo que se encuentra en una situación de discapacidad, para efectos del mencionado tipo penal”, agrega la denuncia.
El Colegio Médico está de ataque. Esto parece una pasada de cuentas, vaya uno a saber lo que se trae esta gente. Como si nadie estuviese enterado, en las altas esferas, decimos, de cómo se maltrata diariamente al pueblo en la salud pública y que más será aquí donde el mundo está patas pa´rriba, dirán.
Veremos como termina su vendetta, pero de que los médicos están metidos en un pequeño lío, lo están, al menos de imagen, porque de que tienen santos en la corte, los tienen.