Así le llaman. Como si se tratase de una novela de capítulos al infinito. Otro desastre para los pobladores de Quintero, Puchuncaví y Concón. Esta vez, Codelco la que dejó un nuevo desastre ambiental que obligó a cerrar los colegios. Pegan el grito en el cielo y nadie le pone el cascabel al gato.
“Moralmente no es posible que sigamos exponiendo a la población a este nivel de riesgo para la salud”, afirmó la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas. Sí, efectivamente es inmoral que la población siga expuesta a esos niveles de contaminación y nadie haga nada para resolverlo.
Pero, ¿quién toma el toro por las astas? En el capitalismo, las empresas toman el toro por las astas, cuando se trata de reprimir a los que se levantan contra su nube de humo y exterminio.
Esta vez fueron emisiones de dióxido de azufre cuatro veces superiores a las permitidas por la norma y Codelco es responsable. Es decir, las responsabilidades tienen nombre y apellido: Máximo Pacheco. Pacheco es presidente del directorio de la estatal.
Los gases tóxicos fueron detectados el lunes en la madrugada, pero al paso de las horas, la situación se volvió crítica. 60 personas acudieron a los centros de salud con síntomas de intoxicación. La Seremi de Educación decretó la suspensión de clases para este lunes y martes.
“Codelco Ventanas que es el responsable precisamente de esta situación, hoy día tiene que ajustar sus planes operacionales en las condiciones meteorológicas. Las condiciones de ventilación en la bahía son prácticamente nulas. Por tanto, en condiciones meteorológicas adversas no se puede fundir para no provocar esta situación”, señaló el gobernador regional, Rodrigo Mundaca.
En tanto, el alcalde de Puchuncaví, Marcos Morales, señaló que va a reiterar su petición al presidente Boric, de detener las actividades productivas en el cordón industrial al menos 48 horas cuando se produzcan estas emergencias ambientales. Por su parte, la ministra de Medioambiente que citó a reuniones de emergencia por el tema señaló que se investigará que está sucediendo, puesto que en mayo hubo otra emergencia y los sistemas que debieron dar la alerta no lo hicieron.
¿Extraño no? Al alcalde parece que se le había ido reiterar su solicitud y los sistemas de alerta no funcionan. Será que nadie quiere parar la producción porque es siempre más rentable cerrar los colegios y poner unas chauchas más para tratar las leucemias en la región.
Y caso cerrado, hasta un nuevo “episodio” de contaminación.