Bastián Olguin Rivera, es un joven de 31 años. Actualmente vive en los Niches, de la provincia de Curicó, región del Maule. Trabajador panadero, deportista y padre de dos niñas. El 21 de octubre de 2019 es tomado detenido acusado de receptación y la quema de uno de los peajes de la ciudad, arriesgando una pena de 13 años.
Bastián es mi compañero, quien fue acusado a partir de un montaje, el que deseo denunciar.
El Fiscal a cargo del caso, es quien presiona a otros detenidos para responsabilizar a Bastián y así cada uno obtener su libertad, estrategia que deja a mi compañero en prisión preventiva durante 8 meses, figurando como autor principal de esta causa.
Luego de esto, cambian su cautelar a arresto domiciliario total, pasando posteriormente a arresto domiciliario nocturno. Cautelar que dura 2 años, sin evidencias o testigos nuevos que acrediten la participación de qué Bastián incendiara el peaje de nuestra ciudad.
Él, durante todo el proceso, ha colaborado con todo lo requerido, asumiendo los desórdenes públicos, movilizado por la misma rabia que nos movía a todos esos días de octubre del 2019. Esperando que los jueces y tribunales se ajustaran a los criterios del derecho penal actual y recalificaran su actuar a acciones que se encasillaban mejor con los hechos realmente ocurridos.
Durante este periodo el estuvo rehaciendo su vida, trabajando para recuperar el vinculo con sus hijas, su principal preocupación. Porque el castigo que genera la cárcel no es solo la perdida de tú libertad, sino que daña a todo tu entorno, perjudicando completamente la relación con ellas y destruyendo toda la vida como él la conocía.
Muchos dicen que quienes fueron parte de destrozos y manifestaciones más directas, merecen pagar y recibir un castigo. Pero me pregunto constantemente, ¿No es por los presos que grandes procesos de transformación se abrieron en nuestro país? ¿No es gracias a quienes salimos a las carreteras, paralizando y cortando Chile a la mitad, inundando las calles de nuestra ciudad con gente, vecinas y vecinos igual que ustedes durante octubre, que nos manifestamos de diferentes maneras que hoy hablamos de cambiar la constitución de Chile? Uno de los pilares de este sistema nefasto. Entonces me vuelvo a preguntar, nosotros que salimos a las calles independiente de nuestras formas de manifestación, ¿merecemos la cárcel? Yo creo que no, y mi compañero tampoco la merece hoy, porque él durante estos casi 3 años de cautelares que dañaron su vida y entorno, ya ha cumplido una condena por los hechos que él si asume.
Nosotros estábamos construyendo un hogar, nos alejamos de cualquier situación que pudiera ser negativa para su proceso, intentamos tener una vida tranquila. Trabajó como panadero durante todo este tiempo, aprendiendo un nuevo oficio y generando nuevas redes de apoyo y contención. Porque nada de esto ha sido fácil, ni gratis. Todo este proceso ha sido a punta de solidaridad, con la ausencia absoluta del Estado y los gobiernos de turno. Entonces pienso, cómo es que pretendían conocer las formas en qué Bastián estaba “Reinsertándose a la sociedad” como querían, si jamás pidieron un reporte sobre su situación actual. Todo ha sido informado por sus abogados, dejando en evidencia que nuevamente, es mi compañero y su entorno el que ha colaborado con todo el proceso. El día viernes 13 de mayo él quería retomar sus clases de capoeira, esto lo tenía bastante contento, debido a que es algo que le apasiona, junto con la práctica de descenso, actividades que ha realizado toda su vida. Sin embargo, este mismo día, antes de iniciar las clases, es detenido por Carabineros, siendo trasladado al día siguiente al Tribunal. El día sábado 14 se da inicio a la audiencia, que no dura más de 10 minutos, impidiendo que su defensa pueda alegar. El Magistrado JORGE OMAR VALENZUELA, los hace callar, argumentando que estaría cansado y que se debe ir. Dejando a Bastián preso. Situación que siento atenta contra los derechos de mi compañero, siendo ésto tremendamente frustrante. Sinceramente me siento desorientada, con tristeza sin entender como es que él debe reinsertarse en una cárcel.
Las lógicas punitivas y castigadoras de la cárcel no ayudan a ninguna persona que pasa por esta realidad. ¿Cómo pretenden que ayude a Bastián? ¿Qué buscan con todo esto, entonces? Pienso que solo lo quieren castigar, que sea un ejemplo para que nadie más vuelva a movilizarse en nuestra ciudad, para que nadie más vuelva a exigir cambios reales y profundos. Porque solo los pobres y quienes luchan por la vida son presos o asesinados. A la fecha veo todo perdido solo nos queda la esperanza del indulto presidencial, acción que, según Boric y su gobierno, sería una prioridad en cuanto a la reparación a la vulneración de los derechos humanos durante el estallido. Sin embargo, ya siento que sus palabras y sus promesas, solo sirvieron para su campaña, para que algunos le creyéramos, porque hasta el momento ninguna de las acciones que ha realizado ha dejado libre a nuestras compañeras y compañeros presos políticos, negando incluso su existencia. Hoy les digo, en Chile hay presos políticos y son quienes han luchado por una vida digna, una vida mejor.
¡LIBERTAD A BASTIÁN! ¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS DE LA REVUELTA Y A TODOS QUIENES LUCHAN! ¡INDULTAR, LIBERAR A LOS PRESOS POR LUCHAR!