Imposible que no se hayan enterado del reportaje de La Red que implica a una de sus favoritas, Lorena Fríes, en el encubrimiento de los crímenes de lesa humanidad. Pero mejor no hablar de ciertas cosas. Y por qué no sacar ahora algo para el pueblo, una reparación por lo del 18 de octubre, por ejemplo.
Sospechosamente muy a propósito, como para dudar, piensa uno. Hoy el gobierno anunció un plan de reparación para las víctimas de las violaciones a los derechos humanos durante el levantamiento popular de 2018.
“Vamos a dar lo mejor de nosotros para que la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición no sean palabras que se las lleve el viento”, señaló en el discurso de anuncio de la medida, Gabriel Boric.
En tanto, su subsecretaria de derechos humanos, Haydee Oberreuter, que estaba bien enterada del documento trucho que dejó Fríes para distraer la atención sobre lo sustancial de la declaración de 6 mil conscriptos sobre violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, señaló que “la manera de sanar las heridas de estas vulneraciones es abordar sus distintas aristas con una agenda de trabajo abierta con un enfoque de derechos humanos y en eso estamos trabajando arduamente”.
Otra mesa más, otra agenda de trabajo más. Así es con los burócratas. Harto papel, harto papelógrafo, harto coffee, harto humo.
Hoy presentaron la “Agenda Integral de Verdad, Justicia y Reparación para violaciones a los Derechos Humanos cometidas en el estallido social”. Es una bitácora, como les gusta llamar a estas instancias llenas de nadería. Porque aquí de lo que se trata es de cárcel para los asesinos y de eso no tendremos nada. Solo habrá un documento de 134 puntos y pico para terminar con todos de manos alzadas y harta challa con promesas de no repetición para la repetición pasado mañana apenas el pueblo vuelva a salir con fuerza a la calle.
Haydee Oberreuter, afirmó muy locuaz que “estamos activos en la lucha contra la impunidad y el olvido de ayer y hoy”.
Mmmm, seguro que si.