Los muchachos hicieron una conferencia para señalar los motivos. Dará rabia tener que explicar una y otra vez la misma cosa. Las condiciones en que estudian, la desidia e inoperancia de las autoridades, pero qué más queda si no continuar, con todos los métodos, el diálogo y la lucha, en el camino.
A la DEM (la Dirección de Educación Municipal) de Santiago, le piden cosas concretas, como que limpie la zona circundante el colegio, donde se ejerce cada noche el comercio sexual. Un escenario grotesco por el que cada mañana esos jóvenes tiene que recorrer para entrar a su colegio.
Comida en descomposición, cortes de luz, acoso sexual contra las niñas en las calles que circundan el liceo, y así, un suma y sigue de violencia permanente. “No podemos bajar la toma, así como así, si no tenemos alguna respuesta” comenta con un dejo de impotencia y tristeza la muchacha que se atreve a dar la cara por sus compañeros frente a autoridades, que no existen.
De la DEM ni una palabra, solo fechas sin días, acciones sin nombre ni agenda. Silencio y desprecio porque no son más que hijos del pueblo, y el pueblo, creen, no tiene dignidad.