Una noche en Malibú

Esta tibio, sopla un aire veraniego, playero. Muchachas se deslizan suavemente en patines al son de la música de los pubs a la orilla del mar. Malibú, California. Un convertible rojo, descapotado. Biden, Boric y Duque buscan donde zamparse un cheeseburger. Los acompaña algún anónimo mandatario bananero. Es que, de la Cumbre de las Américas, ni la nariz.

Es casi ficción, pero están a un paso de que sea el itinerario. La famosa Cumbre de las Américas está que se cae. Andrés Manuel López Obrador, el que hace poquito nacionalizó el litio en su país, el presidente mexicano, fue el primero. No asistirá al encuentro si Cuba, Nicaragua y Venezuela quedan fuera.

A AMLO lo siguió, sin pensárselo dos veces, el presidente de Bolivia, Luis Arce. Lo chistoso es que el reaccionario de Brasil, Jair Bolsonaro, tampoco irá. Biden no le cae bien.

La cumbre se celebrará, si es que una ocasión así se puede celebrar, del próximo 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California. Es una cita para reunir a los jefes de Estado del continente. Sin embargo, el mandamás del imperio del norte, Joseph Biden, decidió excluir a Cuba y Venezuela.

Así se vería una foto con todos los presidentes

AMLO dijo que «si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del Gobierno de México, pero no iría yo” y Arce, de Bolivia, un poco lo mismo. «De persistir la exclusión de pueblos hermanos, no participaré de la cumbre».

Y sí, saltó un poco lejos el maní y, por qué no, si también son potencia. Los chinos, desde el Este, conminaron a los Estados Unidos a “abandonar las prácticas propias de la Doctrina Monroe y la arcaica percepción de América Latina como su patio trasero”.

Desde Argentina, Alberto Fernández, un poco cuidadoso (el FMI lo tiene del cogote) dijo que irá, pero que debiera invitar a todos.

Los que tampoco irían son los pequeños países del Caribe. La Caricom, el organismo que agrupa a Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago, declaró que si no están todos, no van.

Como dijo la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, si no estamos todas las naciones, no es Cumbre de las Américas.

Siendo así las cosas, el salón estará algo desocupado, la agenda un poco vacía. Qué mejor entonces, dirá nuestro Boric Font que irse a comer un chile por ahí, aunque Biden con su frágil dentadura, sin duda, preferiría una papilla eslava. Porque Malibú la lleva con la comida plurinacional y étnica.