Simple, faltan profes. Una silla en medio de la nada, vacía y los muchachos atrás, haciendo el aguante. Porque luego llegaría la represión del gobierno plurinacional y de las disidencias y la ecología.
Aprovecharon porque era el día del estudiante, lo que para el caso no significa mucho o, más bien, significa lucha por estos días. ¿Qué más puede hacer un estudiante de la educación pública en este país, si en los liceos no hay profes, ni comida ni calor?
Una mamá, presidenta del centro de padres y apoderados, dijo que la manifestación había sido pacífica, pero que igual los pacos hicieron atado y cortaron el tránsito ellos. Contó que esta semana nomás, tres cursos han estado sin profesores. Y que los ausentes no son reemplazados.
Contó que ya tuvieron su mesa de trabajo con té y galletas con la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, pero que, como es obvio, no pasó de ahí.
¿Se pregunta uno si a la Irací le gustará ser alcalde (la e, de disidencias) con tanto problema que tiene con los liceos públicos en Santiago, toma tras toma y sin un mango para hacer nada? Parece que no. El sueldo es bueno y las influencias y los jugosos contratos y vaya uno a saber cuánta cosa más dando vueltas por ahí…
Pero al pueblo, al pueblo le gusta el Barros Luco y el Barros Borgoño. De los gustos de ella, como de los otros, se encargará la historia.