Así mismo. Algo así como la figura “solo si usted ha pagado el CAE le condonamos la deuda”. Es la lógica del absurdo. Pero la gente no entiende. Lo que la gente entiende es que si uno no tiene casa se toma un terreno porque en la casita de 50 mts2 de la vieja o la hermana ya no pueden vivir 10 personas.
Entonces viene la toma. Donde sea que haya un pedazo de tierra que nadie ocupe, o que solo la tenga para especular. Y de esas tierras hay muchas, y por todos lados.
La toma en el sector Las Mulatas en Valdivia empezó hace dos años con unas 70 familias. Hoy son 142 familias, pero hay solo 120 casas. O sea, también en la toma hay allegados.
En las condiciones paupérrimas de la toma viven 73 niños entre los 0 a 12 años y 12 adultos sobre los 65. El resto, jóvenes, jefas de hogar, padres sin trabajo. Pero como ellos son “toma”, y no “campamento”, entonces tienen que esperar que termine el bostezo del burócrata para entrar en la lista sin fin para, si quiera, postular a una casa.
La dirigenta Alejandra Naguil habla por todos ellos, que hay que dar la pelea para que “los vean” para que se enteren “los que mandan” de que en este país hay un pueblo al que tienen viviendo en la miseria, mientras…mientras en los salones engorda el cerdo.