¿Qué nos queda en Coronel con el cierre de Bocamina 2? Altos índices de metales pesados en adultos y niños, casas contaminadas, vertederos de cenizas, una bahía contaminada. Ya van cuatro días de paralización de los trabajadores de la central a carbón que Enel quiere cerrar. Entre otras, los trabajadores piden exámenes médicos para verificar las consecuencias de su trabajado en la central.
Bocamina 2 está bloqueada desde este jueves pasado por una movilización de trabajadores de cuatro empresas contratistas. Muchos de ellos, llevan hasta 15 años trabajando para la central a carbón. Se quedarán sin trabajo a fin de mayo. Ni las empresas que los tienen contratados para “dar servicio” a la central, ni Enel, dan soluciones.
“Queremos que el trato sea digno y que tengamos el mismo plan de salida que Enel le da a sus trabajadores, como reubicación, reconversión laboral e indemnización de salida», declaró Sergio Henríquez, dirigente.
Las faenas de Bocamina 2 en Coronel terminan definitivamente a fin de mayo. En la comuna queda una población contaminada de metales pesados, un cementerio de contaminación y trabajadores en completa incertidumbre.
Desde Enel comunicaron a los trabajadores que no habrá diálogo mientras estén movilizados. “Pero no tenemos ninguna garantía de que bajando la movilización se van a sentar a conversar con nosotros” agregó Henríquez.
Los trabajadores acusan incumplimientos del gobierno en las promesas de la “Estrategia de Transición Justa”, esas políticas para reconvertir las industrias sucias a modelos “limpios de producción”. La estrategia al parecer no contempló que en las faenas trabajaban trabajadores.
La movilización la mantienen desde el 12 de abril al menos 60 trabajadores pertenecientes a empresas que prestaban servicios en la modalidad del subcontrato.
Los trabajadores exigen mínimas garantías ante los anuncios de cierre. La Seremi del Trabajo en la región, Sandra Quintana, señaló que efectivamente “están atrasados” con las medidas comprometidas ante el inminente cierre porque con Piraña, dicen, no se avanzó. Aunque en rigor, el encargado del proceso es el ministerio de Energía, quien a la fecha no ha dado respuesta a la situación.
Los trabajadores presentaron un petitorio con cuatro puntos: exámenes para detectar metales pesados en su organismo, reubicación laboral, indemnizaciones y un bono de retiro. Muchos de ellos, probablemente no volverán a ser contratados porque están cerca de los 60 años.
“La gente contratada en Enel es muy poca, los que hacen el movimiento interno son los trabajadores contratistas. Este movimiento es en base a eso, la lucha ardua para salir dignamente en el cierre de estas centrales que está comunicado para mayo”, sostuvo uno de los voceros de la movilización, Iván Cáceres.
En un comunicado, Enel se limitó a señalar que la central continúa con su operación paralizada producto de la toma por parte de trabajadores contratistas y que debido a esto se produce “una falta de generación de energía al sistema eléctrico nacional, encontrándose fuera de producción 350 MW el equivalente al suministro de 1.260.000 hogares al mes, además de riesgos para la integridad de los trabajadores de la central y de las instalaciones”.