Un lunes incendiario, como la voluntad del pueblo. Le prendieron fuego a una grúa por sueldos impagos, y a una micro, cuando se manifestaban los estudiantes del INBA. Así es la voluntad del pueblo, incendiaria, para que vayan entendiendo.
Dos meses de sueldos impagos. Esa es la razón por la que dos obreros de la construcción se subieron, a eso de las 11 hrs., a una grúa instalada a 40 metros de altura en una construcción en la comuna de Independencia y le prendieron fuego.
“La gente está reclamando su plata, tenemos que pagar arriendo (…) El contratista que nos debe dinero se llama Carlos Vallejos (…) es la única forma que uno puede hacer para que nos ‘pesquen”, señaló uno de ellos, montado a 40 metros de altura.
Los trabajadores afectados serían 27. En las redes -ese termómetro de lo que la gente “anda diciendo” de los temas candentes de la actualidad noticiosa- un gran pensador se preguntaba “¿por qué no fueron a la Inspección del Trabajo respectiva a denunciar el no pago de remuneraciones? Si es trabajo en régimen de subcontratación, la empresa principal puede responder subsidiaria o solidariamente, según corresponda”
¡Ah, ya! Ese susodicho está más desenchufado que plancha de campo. La última instancia de la que esperaríamos una respuesta es de esa institución inútil y coludida con los empresarios, llamada Inspección del Trabajo. De ahí para adelante, pasando por la CUT y otras, no hay quien defienda los derechos mínimos de los trabajadores.
El que estaba arriba de la grúa advirtió que “hasta ahora está paralizada la faena y la gente no va a parar hasta que nos paguen”, y reflexionó que la protesta “es la única forma que uno puede hacer para que lo ‘pesquen’. Si no es de esa manera, no te van a ‘pescar’ tampoco”.
Abajo, ya estaba instalado el Gope con las amenazas de detención por desordenes públicos, listos para solucionarle la situación a los patrones. Pero abajo también estaba apostado un grupo de trabajadores listos con la barricada.
Los muchachos del INBA
Los muchachos del Instituto Nacional Barros Arana también hicieron los suyo. Unos amigos de ellos le prendieron fuego a una micro, cerquita de donde los trabajadores de la construcción hacían lo suyo. Llegó rapidito Carabineros y bomberos a tratar de arreglar la situación, pero no fueron bien recibidos.
Eran al menos 50 muchachos los que dieron la pelea. No faltan motivos. La indecente comida, el estado de los baños, el abuso de directivos, sostenedores, la inoperancia del Mineduc, los municipios, las corporaciones de educación.
Todo sucedió también cerca de las 11 hrs., como si se hubiesen puesto de acuerdo la noche anterior. Como si hubiesen llegado los alienígenas a organizar la rabia de otro lunes de abusos. Pero no, el pueblo no necesita más directrices que su voluntad de dar la pelea. Así estamos, llamados a actuar hasta las últimas consecuencias. Ya no hay marcha atrás