¿Qué más quieren?

¿Que quememos los liceos? Los muchachos ya no quieren más. Nosotros, sus padres, ya no queremos más. El estado de la educación es una afrenta. A los abusadores de nuestros niños, ahora el gobierno les suma la represión. Hoy en el norte se tomaron los liceos.

Como una ola de rabia, una pradera seca a la que le basta el resto de un cigarro mal apagado. Así nos tienen. Así tienen a nuestro hijos e hijas, en eso que llaman los liceos públicos. Hoy, los muchachos se tomaron tres colegios y ante el temor de una expansión de furia, otros tantos cerraron sus puertas. Creen que pueden tapar el sol con un dedo.

Las denuncias por abusos de autoridad, por abusos sexuales que no son escuchados ni en la justicia ni por el Mineduc, el indigno estado de la infraestructura de los establecimientos y qué decir de la mugre de comida que les están dando, impulsó a un grupo de jóvenes de Arica a tomarse los liceos.

Los hechos comenzaron en el Liceo Domingo Santa María de Arica. El establecimiento fue tomado por los alumnos, quienes denunciaron casos de acoso sexual y maltrato psicológico en el establecimiento. Rápidamente, el Liceo Sausache se unió a las movilizaciones para también denunciar el acoso sexual en sus colegios y la represión policial contra los estudiantes.

Un contundente desayuno, al más puro estilo Junaeb

Otros recintos educacionales fueron apedreados, ya que habrían decidido no plegarse a la manifestación. Así, le irá a quién vaya contra los designios del pueblo.

No demoró nada y llegó la represión. Se metieron a los colegios a sacar a los muchachos. Iban de uniforme los pacos, y también de civil.

El gobierno aparte de los palos, no aporta nada. Su fanaticada llora «llevamos sólo dos semanas». Parece que creen que, si esperan unos treinta años, se acabará este mambo.

Mambo es el que les vamos a dar nosotros a los que ataquen a nuestros chicos y chicas. Aunque la juventud ya demuestra que se defiende sola de lo más bien.