Los pactos de silencio

Los pactos de silencio no tienen fin pero más de alguna vez, por la boca muere el pez. Hoy se supo que el ex Director General de Carabineros durante el primer gobierno de Piraña, Gustavo Gonzáles Jure, habría guardado silencio sobre el crimen que cometió el paco José Florentino Fuentes Castro, en el Caso Degollados en 1985. O sea, sería un delincuente encubridor.

La información sobre el encubrimiento de González Jure, que no se sabía hasta hoy, la habría entregado la Comisión Funa al medio Interferencia, quien publicó una extensa nota al respecto.

Gustavo Gonzáles Jure fue General Director de Carabineros entre 2011 y 2015, durante el primer gobierno de Sebastián Piraña. Y aunque Gonzáles Jure tiene una montonera de condecoraciones no se salvó de la justicia. No por este caso, sino por malversación de caudales públicos. Sí, los pacos tampoco dejaron mono con cabeza. Todos sus altos mandos robaron.

En octubre del año pasado González Jure fue formalizado por robarse casi  $124 millones desde los gastos reservados. Está en el lote de ladrones junto a los ex generales Eduardo Gordon, Bruno Villalobos y la favorita de Bachelet, la ex subsecretaria de carabineros, Javiera Blanco.

Así fue como fue el encubrimiento

Así fue como se supo que Gonzáles Jure encubrió al asesino de Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Nattino, el paco José Fuentes.

Fuentes estaba fondeado – allá por el año 1988 en una comisaría de la Pintana-  para “que no lo reconocieran los familiares de detenidos desaparecidos”, cuando tuvo un pequeño problema con un superior.

(Esto se lo contó a un interlocutor, no identificado y también paco, años después de salir en libertad tras 20 años preso en Punta Peuco)

Los audios de esa conversación fueron hechos públicos hace dos años por un canal de televisión y entregados a la policía para ser periciados. Comisión Funa los entregó a Interferencia.

En esos audios el paco asesino cuenta como es que Gonzáles Jure, allá por 1988,  se enteró de que él era autor del asesinato de los comunistas, en 1985.

Estaba Fuentes en el casino de la comisaría de la Pintana, fondeado y en días previos al plebiscito del Si y el No conversando con un “colega” al que le lanzó una teoría muy particular sobre que “si los profesores eran mejor pagados no educarían a los jóvenes para ser comunistas” y que no era posible que un paco ganara más que un profesor.  Su superior inmediato echó a correr el rumor de que Fuentes era un comunista.

Entre ires y venires, el caso llegó a su superior, un joven aun, Gustavo González Jure.

¿Por qué hizo esos comentarios? Habría interrogado González Jure a Fuentes. Entre otros ires y venires, Fuentes le habría contado a  González Jure que era imposible que él fuera comunista con sus antecedentes.

“Yo le cuento la cuestión, pero si usted no da cuenta a los tribunales, va a pasar a ser cómplice, porque yo le voy a confesar un delito. Usted verá si da cuenta a los tribunales, pero de todas maneras si usted me da de baja, yo quiero hablar con mi general Tapia”.

“Yo soy el autor intelectual y ejecutivo del Caso Degollados. Yo maté a los tres hueones. Entonces como yo le estoy dando cuenta usted tiene que dar cuenta a los tribunales”

Acto seguido, Gonzáles Jure obligó al paco que acusó a Fuentes de comunista a pedirle disculpas, y a Fuentes, a hacer tira los documentos del caso “administrativo” en cuestión.  

Y así fue, ni más ni menos, como Gustavo Gonzáles Jure se habría enterado de la participación de Fuentes en el crimen de los profesionales comunistas el año 1985, en 1988.

Por estos días a González Jure le caerá la teja de que por la boca muere el pez, a pesar de todos sus pactos de silencio,  y que no hay ni perdón ni olvido.