Hace un mes fue con los representase de la Confederación de la Producción y del Comercio CPC. Juan Sutil, nuestro gusanito de tierra, se enroscaba enterito de felicidad. Le había ido bien con Boric. Les dio “tranquilidad”. Hoy, lo propio hizo la futura ministra del interior, Izkia Siches.
“Demuestra voluntad política inédita” resumieron el encuentro los representantes de la industria maderera. Pero no fueron los Matte, fueron los empleados, los que se enriquecen con el chorreo de los patrones, los contratistas. También salieron contentos los camioneros con la ministra. Hoy Siches tuvo agenda llena con los patrones y sus suches.
Antes de la reunión con los camioneros, que fue en la mañana (nunca tan temprano, a estos mafiosos hay que esperar que se les pase la caña), Izkia Siches ya había deslizado que los métodos de Piñera en contra de los mapuche tan malos, no son.
“No está escrito en piedra”, señaló la doctora, en la inconfundible retórica progre, que se levante el estado de excepción en las provincias de Arauco, Malleco y Cautín o que se use en el futuro.
“Esta primera reunión fue con todos los gremios productivos de la patria. El gobierno que asume, sin duda, está interesado en saber los problemas que tenemos, particularmente en la Macrozona Sur y la Macrozona Norte”, se despachó, orgulloso, el mafioso con cara de caña, dirigente de los camioneros, Sergio Pérez.
Lo curioso es que en la reunión había sólo patrones, porque los trabajadores, o sea, el verdadero sector productivo del país, no estaba invitado.
Hay una “voluntad política inédita”, comentó Michel Esquerré, representante de los pequeños y medianos empresarios madereros de la Región del Bío Bío. Los contratistas forestales además se reunieron con los futuros ministros del Transporte y de Economía.
Un día redondo para la patronal.