El tipo sudaba frío por los nervios y los colegas sospecharon y revisaron su bolso. Allí encontraron 2,8 kilos de pasta base. Lo acompañaba un coyote, o traficante de inmigrantes. El hecho sucedió el martes pasado pero se supo recién hoy. El maleante de uniforme era -porque fue dado de baja- un cabo segundo del retén aduanero del rio Loa, en Antofagasta. Su nombre, Álvaro Aravena Coloma.
Aravena Coloma además viajaba como acompañante en un vehículo de un sujeto acusado de dedicarse al traslado de inmigrantes ilegales en la zona norte. Fue dado de baja, detenido y formalizado por tráfico de estupefacientes y arriesga de 5 años y un día de cárcel hacia arriba.
En el far west con Estado de Excepción en que está convertida la zona norte del país, estará menos complicado hacer negocios turbios si se trata de que en este río revuelto tengan su tajada los empresarios que verán incrementada la mano de obra barata; los políticos y las mafias gremiales con muertes oportunas de última hora y por supuesto, los traficantes al mayoreo y al menudeo. Porque bien se sabe que a río revuelto, ganancia de pescadores y aquí hay muchos.