Ya se conoce con amplitud de los delincuentes y corruptos mandos de carabineros que robaban el dinero que tenían a mano y llevaban vidas de millonarios, siendo solo funcionarios públicos. Sacaban dinero para pagar fiestas de casamiento, para ir de shopping a otros países, para comprarse casas y vehículos, y todo lo que se les ocurriera. La data de sus delitos comienza en la dictadura y sigue hasta nuestros días. La lista de la corrupción es enorme y con cada investigación se añaden más casos a los ya conocidos como: El Paco gate, la caja de mutualidad de carabineros, el fondo para hospitales, el caso grúas, sobreprecios en el TIC y carros blindados etc.
Como era dable de esperar, no solo se roba y corrompen arriba, sino que también ocurre hacia abajo. Los datos de más de 100 pacos investigados entre el 2014 y el 2020 por vínculos con bandas de narcotraficantes y asaltantes, solo es una parte de lo que se conoce. No es casualidad que, en algunas comunas, los que dirigen el narcotráfico se encuentren protegidos por las comisarias y se detienen en frente de ellas con sus vehículos de alta gama haciendo sus negocios o viven alrededor de ellas pues son protegidos de otros delincuentes.
Hace mucho tiempo se derrumbó el mito que los pacos eran la policía menos corrupta del continente, es similar a las demás, lo que sucede es que los robos, la corrupción y los delitos de todo tipo lo trataban de hacer de manera más oculta, pero siguen siendo delitos.
La falta de dirección y control de los carabineros, ha llevado a que en los últimos años se hagan evidentes sus felonías. En la Araucanía se ha transformado en una agencia de seguridad privada para las forestales y los empresarios, que cuenta con redes de protección entre jueces, políticos y la burguesía. En el norte, es una policía turística que tiene como norma dejar que los inmigrantes accedan al país sin detenerlos siguiendo las órdenes políticas del gobierno y la burguesía que quiere mano de obra barata. En el resto del país, es una policía represora que ha dejado de lado la labor de perseguir a los delincuentes, y se ha abocado a detener y maltratar a manifestantes en contra del gobierno, mientras a los que son proclives a éste los dejan actuar.
Algunos podrían decir que todos los pacos no son malos, es verdad, pero si se comete un ilícito y lo ven, son cómplices y eso es lo que está sucediendo hoy con los carabineros. Además, debemos de ver todo el contexto, con los altos mandos corruptos, con la oficialidad que solo quiere ganar dinero, con vulneraciones a los derechos humanos que siguen, con delincuencia organizada que se colude con los pacos, con el maltrato a la comunidad, y con redes de protección en la sociedad a través de organizaciones de alguaciles, jueces, empresarios y el gobierno. Otra vez, tenemos que argumentar que no solo pasa esto en esta institución, sino que sucede en todas las demás instituciones de las fuerzas armadas y policías desde la dictadura militar, que operan como pequeñas mafias con apoyos externos que le aseguran impunidad en sus actos.
La única forma de acabar con la delincuencia común y con la delincuencia en las diversas instituciones del Estado es luchar frontalmente contra ella, y el único que lo puede hacer es el pueblo que conoce quiénes son y cómo castigarlos. Pero para ello no basta tomar palco y esperar que lo hagan los gobiernos de turno, que no lo harán, sino que, luchando por conquistar todo el poder, para acabar de una vez con la corrupción en el país.