Hace dos años en las puertas del estadio Monumental, un camión de carabineros embistió y mató a Jorge Mora, el “Neco”. Su familia y amigos conmemoraron el día en Pudahuel Sur, pero hasta allí llegó la represión.
El 28 de enero del 2020 a la salida de un partido de futbol, se produjeron manifestaciones en los alrededores del estadio Monumental. Por allí pasaba un camión de carabineros que transporta caballos, el que embistió a los manifestantes matando a Jorge Mora, el “Neco”. Por miedo o por instintos sádicos, el paco atropelló y mato al Neco, luego para encubrir su asesinato ellos mismos rompieron los vidrios para mostrarse como víctimas y salir impunes, en esto fueron apoyados por los mandos de carabineros, la justicia y el gobierno.
Consecuente con su forma de entender los hechos, la justicia en este país declaró a la víctima como culpable, en palabras del fiscal: “Creemos que no hay dolo homicida, sino más bien una negligencia o imprudencia de parte de esta persona que se encontraba en la calzada, junto a una gran cantidad de personas que salían del estadio Monumental”. Es decir, si los pacos ven personas en las calles y no es su lugar, sino la vereda, ellos pueden embestirlas impunemente y matarlas, pues el que comete una falta es el que está en la calle.
A dos años de la muerte e impunidad del crimen del Neco, se congregaron cientos de personas para mantener vivo su recuerdo, brindándole un homenaje a través de una manifestación. Como era de esperar y para insuflar los ánimos, se hicieron presentes los pacos en Pudahuel Sur, lugar donde vivía el Neco y comenzaron a reprimir a los manifestantes. Allí donde los pacos, “brillan por su ausencia”, aparecen solo para reprimir.
Es en este contexto, de la misma manera que murió el Neco, embistieron a un manifestante con el fin de causarle daño o matarlo, no hay otra manera para explicar la actitud del funcionario del Estado que sádicamente lanza un vehículo estatal en contra de alguien que no representa peligro inminente alguno. Si fuera casual, podría decirse que es un accidente, pero lo que hizo el conductor del zorrillo J-025 fue seguido de la misma forma por el del guanaco Nº 55 que también trató de atropellarlo cuando estaba botado bajo sus ruedas. Solo el miedo o alguien con rasgos sicopáticos trata de atropellar a las personas con vehículos que pesan toneladas.
¿Cuál es el aprendizaje de carabineros en estos años? Nada. Siguen haciendo las mismas barbaridades que se hicieron evidentes con el levantamiento popular, y que muestran rasgos de ignorancia, inmoralidad, morbosidad e incluso delincuenciales. Pero así y todo, siguen siendo apoyados por el gobierno actual y el que viene, pues sostienen que no es la institución la que está mal, sino algunos funcionarios que se aprovechan de su autoridad.
Como hace mucho tiempo vemos, los repetidos sucesos no son accidentales, sino que muestran una institución que adolece completamente de una doctrina, opera como una milicia y se suponen son un cuerpo policial, tiene a mandos corruptos y ladrones, no defiende a la comunidad y está aislada de ella. Reformarla es sólo seguir con lo mismo, hay que sustituirla por otra policía más profesional y que proteja a su pueblo, y no destinada como ésta a reprimirlo.