Si esta resolución hubiese sido dada días después de cometido el homicidio, Panguipulli ardería nuevamente. El tiempo le da ventaja a los jueces para actuar con impunidad. Pero el tiempo es relativo. El pueblo sabrá vengar cada uno de los atropellos cometidos en su contra, y caerán los jueces y todo lo que los sostiene.
El paco que acribilló a Francisco Martínez, el joven malabarista, en Panguipulli, fue sobreseído por la justicia. La resolución viene esta vez de la Corte de Apelaciones de Valdivia que estimó que el paco actuó en legítima defensa. Así las cosas, Juan González Iturriaga, el delincuente homicida, caminará tranquilo por las calles. Al menos, eso creerá.
Recordemos que los hechos ocurrieron en febrero del año pasado cuando el paco disparó contra el muchacho porque se sintió amenazado por el machete de utilería con el que el joven se ganaba la vida haciendo malabares en la esquina de una concurrida calle de la ciudad.
Y aunque su muerte provocó protestas en varias ciudades del país, la justicia se permite el lujo, un año después, de dejar libre al paco. Con esta resolución se deja sin efecto la decisión del Juzgado de Garantía de Panguipulli en orden a negar dos veces la petición de sobreseimiento solicitado por la Fiscalía y la defensa del imputado.
Según el fallo del la Corte de Apelaciones de Valdivia, quedó acreditado que los seis, ¡sí! seis disparos contra una persona armada con un machete de malabares, fueron lícitos porque constituyeron una legítima defensa.