Nuevamente hoy los familiares de Manuel Rebolledo Navarrete se convocaron en plaza Tribunales de Concepción a exigir a los jueces que condenaron a 540 días de firma mensual al asesino de su hijo, anulen el juicio.
Razones hay de sobra para decir que lo sucedido a Manuel fue un homicidio y nadie se explica cuáles son las que motivaron a que Don Selin Figueroa, doña Mirentxu San Miguel y doña Nancy Vargas – Jueces Titulares del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Concepción- sentenciaran absolutamente lo contrario. Cometieron tal aberración y condenaron a nada más y nada menos que a 540 días de pena remitida y firma mensual al cabo Leonardo Medina Caamaño.
Y por lo mismo los familiares no han cesado en su lucha por obtener justicia y cárcel para el asesino de su hijo. El miércoles pasado estuvieron en esta misma plaza exigiendo justicia a las señorías que dejaron al asesino libre, el viernes en las calles de Talcahuano estuvieron realizando propaganda callejera para mostrar el caso de su hijo y hoy nuevamente, cuando se cumplen 27 meses del asesinato de Manuel, vuelven a exigir a las afueras del tribunal que los jueces anulen el juicio que deja al asesino de Manuel en libertad.
La motivación de estos padres por mantenerse activos en las calles, es clara, es directa y sin mediaciones. Exigen justicia para restablecer los principios vulnerados. Mencionan que la protesta es legítima, cuando no se escucha al pueblo . Señalan que no se debe reprimir al pueblo que la ejerce. Que no se manda matar al pueblo. Que si alguien mata a quien ejerce ese derecho debe pagar con cárcel esa violencia. Que si ese delito es cometido por un funcionario del Estado que debe proteger al pueblo, la pena debe ser ejemplar. Asi debería ser y ese es el ejemplo de justicia que ellos quieren dejar a su hijo Bastián y a su nieta Paulita, quien fue privada de poder crecer junto a su padre.
Con estas manifestaciones que no cesan, con este simple volanteo y perifoneo realizado hoy en tribunales cuando se cumplen 27 meses exactos del asesinato de Manuel ellos quieren decirle también a Paulita, su nieta, que no bajaran los brazos, que seguiran enteros y en pie hasta lograr ver al asesino de su padre tras las rejas.