Como la canción, son todos narcos. Sí, no hay ni uno que se salve. Hoy fue formalizado uno por importar “orejas de ratón”, un dispositivo para aumentar el poder de fuego narco. Y en el frente Plaza Dignidad, pillaron a otro con un puntete de fierro para reprimir. Suponemos que son parte de los nuevos protocolos para el respeto de los derechos humanos.
Por supuesto el nombre de este delincuente no lo dan en las notas de prensa. Tampoco lo entrega la institución ni la justicia. Se trata de un “funcionario” del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) que fue formalizado por traficar, ¡sí!, como narco, traficar componentes prohibidos para aumentar el poder de fuego de las armas.
Como están prohibidos, podemos suponer que estos aparatos, llamados orejas de ratón, no están destinado a las policías sino al mundo del hampa. El paco del Gope los importaba desde Miami y los vendía a través de Facebook.
La indagatoria se tramita “con absoluta reserva” en el Primer Juzgado de Garantía de Santiago. Las pesquisas que echó a andar la Fiscalía Metropolitana Occidente apuntan a un cabo primero, oriundo de Concepción, que ingresó de manera ilegal tambores para pistolas Glock. Estos aparatos permiten aumentar a 50 la capacidad de los cargadores.
La investigación, además, pretende cerciorarse de si el paco del Gope importó sólo este producto u otros y a qué mercado está dirigido. El delincuente fue dado de baja el día 7 de enero, mismo día en que fue formalizado.
Nuevas herramientas para la represión
En el frente Plaza Dignidad, ayer nuevamente familiares y amigos de los presos políticos del levantamiento popular se congregaron para exigir una pronta solución a la prisión política de los muchachos.
En este contexto de represión -como todos los viernes, la plaza estuvo saturada de carros lanza gases y gorilas armados hasta los dientes- alguien fotografió a uno de ellos con nuevos implementos para la represión. No sabemos si éstos están a libre disposición de los uniformados o son parte de los nuevos protocolos del respeto a los derechos humanos de los manifestantes.
El delincuente que andaba con el punzón de fierro es el cabo A. Gamonal, de la 1era Comisaría de Santiago. Al menos eso se ve en su identificación. Él no tiene nada que lo distinga del resto, es alto, fofo, bien alimentado, con cara de delincuente y como tal, seguramente andaba en modo falopa.
Un gorila bien dispuesto a sacarle cresta y media a ancianas, niñas y niños o quien se le atravesara por el camino, tal cual cómo viene siendo todos los viernes, porque la calle no se suelta mientras queden muchachos presos por luchar.