Patricio Maturana, el paco que le disparó directo una escopeta antidisturbios a Fabiola Campillai y que la dejó ciega, le quitó el gusto y el olfato, está formalizado por apremios ilegítimos con lesiones graves gravísimas.

Pese a la gravedad de su delito, Maturana está bajo arresto domiciliario luego de que la Corte de Apelaciones de San Miguel cambiara la prisión preventiva en julio pasado, la medida cautelar que alcanzó a durar apenas dos días.

Fabiola Campillai, obrera, esperaba una micro en un paradero cercano a su casa cuando la noche del 26 de noviembre de 2019 uno de los pacos de un piquete que “vigilaba” las inmediaciones del lugar, la población Cinco Pinos en San Bernardo, a 50 metros de distancia apuntó y le disparó directo al rostro, una bomba lacrimógena.

“Al recibir el disparo, Fabiola Campillai cayó al suelo y perdió el conocimiento.​ Las fuerzas policiales siguieron lanzando gas lacrimógeno y luego se fueron sin prestarle asistencia médica, a pesar de que al menos dos carabineros vieron que una persona había caído herida. Fue llevada a un hospital por vecinos”

“Como consecuencia del impacto, sus dos globos oculares estallaron, sufrió un traumatismo craneoencefálico, tuvo fracturas de huesos de cara y cráneo, lo que la dejó ciega y sin sentido del olfato y del gusto. Estuvo en coma inducido y en los dos meses después de la agresión, tuvo 3 operaciones”.

Fabiola Campillai ahora es senadora de la República con la más alta votación del país. Pero nada,  ni nadie está olvidado.