El pueblo toma fuerza

Las elecciones de este domingo se han presentado como una disyuntiva vital entre fascismo y progresismo. Pero la disyuntiva es otra, dicen desde el Partido de los Trabajadores. Y las peleas que se avecinan serán decisivas. El pueblo tendrá la iniciativa. Y la lucha será frontal.

Hablemos claro, ni las elecciones recientes, ni las de este domingo pasan de ser un episodio menor en las luchas del pueblo. Un episodio con un guión archiconocido, la trampa del «mal menor». Pero, no debemos desesperar. Es un instante más en el devenir y pasará.

Es lo que sostienen en el Partido de los Trabajadores. Hay que correr el velo. A pesar de las apariencias, la disyuntiva hoy, no es entre «fascismo» y «progresismo». Es entre el poder del pueblo frente al poder de la burguesía.

El régimen debe resolver su crisis. Lo hace fingiendo una batalla entre distintos bandos ¡del mismo régimen! Por un lado una derecha ya noqueada desde Piñera y su gobierno, por el otro una «izquierda» convertida en chapucera amalgama de grupos y postulados, que, está intentando resucitar un muerto de más data: la concertación.

Lo que todos tienen en común es mucho, pero mucho miedo al pueblo. Así que no se cansan de repetir que lo del 18 de octubre es pasado. Ambos bandos, tanto la derecha, como «la izquierda» no quieren ni oír hablar del levantamiento y menos de sus consecuencias.

El régimen sabe que o se cohesiona o muere. Y en ese afán ha dado un giro reaccionario. Las elecciones así como están planteadas lo demuestran.

Pero lo real, es que cualquiera que sea el gobierno, tendrá que hacer frente a varios problemas, mantener en pie a los partidos del régimen, darle cara a una crisis económica que tiene a los trabajadores en peores condiciones que antes de la pandemia y, obvio, deberá hacerlo siguiendo la hoja de ruta que le tracen los enemigos del pueblo.

No nos oponemos- dicen desde el Partido de lo Trabajadores- a quienes sostengan como táctica, un voto por el «mal menor». No sería la primera vez que ocurre. Y como bien sabemos la gente de a pie, los candidatos van y vienen, el pueblo queda. Los presidentes van y vienen, el pueblo sigue.

Lo realmente importante es el nuevo período que comenzará después de este domingo. Y después de este domingo la iniciativa le pertenece a los trabajadores, a las trabajadoras, a la clase. Es ella, la que con absoluta independencia, debe construir su dirección revolucionaria. Cuenta a su haber con dos años de experiencia, dos años de lucha en condiciones extraordinarias, ahora toca recorrer el camino revolucionario de la toma del poder.

Todas las organizaciones políticas deberán definirse frente a la realidad que se impondrá, las luchas de clases que se abren.

Con Boric o con Kast, el régimen debe imponer un programa de ajuste, de despidos, de reducción de los salarios, de pobreza, siguiendo los dictados de los grandes capitales financieros, y en un panorama que no ha puesto aún fin a la pandemia, o su eventual desarrollo.

Es esa la lucha para la que habrá que prepararse.

En esa lucha, los trabajadores o vencen para decidir cómo conducir el país, o prevalece la burguesía, para seguir con su orden de represión y explotación.

El pueblo tiene la palabra y la acción. El pueblo tiene su poder. Y toma fuerza.