Cuba: gran marcha opositorzzzzzz…

La ocasión había sido preparada con inaudita antelación. Los contrarrevolucionarios, más externos que internos, creyeron ver en las protestas del 11 de julio un “estallido social” en Cuba. Y fijaron para este 15 de noviembre una gran marcha opositora. No fue nadie.

A Yunior García, de profesión dramaturgo, le había tocado una tarea histórica: ser el rostro ante el mundo del despertar de la sociedad civil cubana contra el régimen.

En verdad, nadie está realmente preparado para aquel momento en el que la historia llama a la puerta.  Pero en el caso de Yunior, hubiese sido mejor que no hubiese escogido justo ese momento para dormir la siesta.

¡Si! Yunior García, el organizador del llamado 15N, estaba durmiendo siesta… ¡el 15 de noviembre! cuando se suponía millones de ciudadanos cubanos acudirían al llamado mercenario por la “democracia”.

Así lo pudo comprobar un equipo de la agencia de prensa española EFE. Los periodistas habían acudido al domicilio de Yunior, extrañados por la inexistencia de toda manifestación en la capital y alarmados por la inexplicable ausencia de su convocante. Atahualpa Americe, corresponsal de EFE en La Habana informó con urgencia la noticia: “Yunior está bien. Está en su casa durmiendo. Llamamos a su puerta y su suegra nos dijo que se encuentra agotado después del intenso domingo”.  

Yunior ya había empezado a complicar las cosas cuando anunció, la semana pasada, que mejor que una manifestación 15N con, ya sabemos, millones y millones de personas, él haría una marcha solo, el día antes. Seguro, mucho mejor. Pero el 14N Yunior tampoco hizo nada. Culpó a la policía y a agentes de civil de “sitiar” su domicilio. Ante eso, hizo lo que haría todo activista por la democracia occidental enfrentado a una cruel dictadura: quedarse en casa.

Los vecinos no le tienen mucha buena a Yunior. Le taparon la ventana con una bandera cubana.

Por supuesto, nada eso corresponde al plan que se había acordado. Pero de algún modo u otro, esta gente siempre decepciona. En Washington deberían considerar seriamente la necesidad de implementar una política de reembolsos ante servicios no prestados. No es manera de malgastar el dinero de los contribuyentes yanquis.

Pero mejor sería que los contrarrevolucionarios aprendieran de una buena vez que los cubanos, cuando quieran un gobierno, un régimen distinto, ya sabrán cómo hacerlo.

Porque, para eso y para lo que sea, al pueblo cubano le sobran conciencia, educación, experiencia, coraje, vergüenza, honor y, sobre todo, poder.

Y, ciertamente, no necesitan a los gringos ni a sus mercenarios, no necesitan a “liberales” chilenos -tampoco los de la variedad “comunista”, que recientemente abunda- que les digan qué hacer.