Formalizarán a PDI por crimen de Valeria Vivanco

En medio de la maraña de noticias montadas, la de hoy pasará piola. En su momento, el gobierno armó su circo con el asesinato de la joven PDI Valeria Vivanco para distraer la mirada de un país sumido en la crisis sanitaria. Hoy finalmente fue formalizado por el homicidio su compañero de labores, Leonel Contreras Canales.

Cuando Valeria Vivanco fue asesinada en un “confuso incidente” -el 13 de junio de este año- en una población en La Pintana, de inmediato dos jóvenes fueron detenidos. Se aseguró, a toda prisa,  desde el gobierno, la fiscalía y los medios, que eran los homicidas, sin lugar a dudas. Un canal para disparar el rating entrevistó a la madre de uno de ellos. Pero era farándula en el circo.

No es novedad. Los montajes están a la orden del día. Ya lo saben las familias de los 77 jóvenes que aún están en las cárceles del régimen sin pruebas, ya dos años casi en prisión preventiva por salir a luchar.

Pero volvamos al crimen de la funcionaria PDI, la muchacha por la que Piñera derramó lagrimas de cocodrilo en el funeral de Estado que dispusieron para ella por cadena nacional. A poco andar, resultó que la joven no fue asesinada por dos “jóvenes delincuentes” con los que el destino quiso que se topara la funcionaria ese día 13 en un control policial en la población Santo Tomás en la Pintana.

¡No! ese día, cuando la joven se disponía a perseguir a los muchachos del control, fue asesinada por la espalda por uno de sus compañeros PDI. Hoy la Fiscalía Metropolitana Sur anunció que Leonel Contreras Canales, será formalizado por el crimen.

Pero contado así, pareciera que la historia está limpia: que en un operativo controlaron a unos jóvenes, que Vivanco los persiguió, que ellos le dispararon, que un presidente llora en cadena nacional por su muerte y jura venganza, ¡que no! que eran sus colegas, que son tres, ¡que no! que es solo uno y que mañana será formalizado.

Pero sabemos bien, que ni la mitad de lo que cuentan las autoridades, la prensa, las instituciones, es verdad. Todo el resto, es montaje. Los medios, presionados por las redes sociales se ven obligados a ir sacando la verdad, entendemos, muy a su pesar.

El caso de Valeria Vivanco no fue la excepción. Mintieron sobre los hechos sus compañeros de armas, la jefatura de la PDI, el servicio médico legal que hizo la autopsia. Mintió Piraña -lo que no es extraño- mintieron los ministros y mintió la fiscalía. Y los medios, los medios como siempre, dieron “la versión oficial”.  Hoy, la noticia de la formalización del asesino de Valeria se perderá en la maraña de los nuevos montajes en el Wallmapu.