Parten alegatos en caso Manuel Rebolledo

Este jueves y luego de una suspensión, el Tribunal Oral en lo Penal de Concepción inició los alegatos de apertura del juicio oral contra infante de marina acusado por el homicidio de Manuel Rebolledo Navarrete. Quien fuera atropellado por un camión de la Armada conducido por Leonardo Medina Caamaño el 21 de octubre de 2019. El acusado arriesga a lo menos 12 años de cárcel.

Nuevamente los padres y familiares de Manuel Rebolledo llegaron puntuales a la cita. Aunque sabían que no podrían entrar. Instalaron los lienzos en las rejas y esperaron a las  afueras del tribunal, mientras en el interior y luego de la suspensión de este lunes,  se daba por fin el inicio de los alegatos de apertura.

Se inició presentando los hechos y leyendo los derechos del acusado, derechos que, por cierto, fueron negados a Manuel cuando fue ejecutado sin mediar presunción de inocencia por el agente del estado, el infante de marina Leonardo Medina Caamaño.

Revisemos los argumentos de la defensa del asesino. Explicitémos las mentiras, recordemos que en estos hechos también estaba el superior de Medina Caamaño y comparemos con la declaración realizada por Medina el 20 de octubre solo a horas del asesinato de Manuel.

Imagen del inicio de alegatos de apertura, del lado derecho la defensa del asesino.

Por la boca muere el pez

“Quien conduce un camión en un estado de  emergencia, al que se le cruza un peatón,  cae y se produce el accidente,  jamás podrá ser responsable penalmente”.  Con esta frase la defensa intenta convertir un asesinato en un accidente de tránsito. Y retirar toda responsabilidad penal del hecho a Medina Caamaño. Pelayo Vial Campos, es el defensor que no se explica por qué razón están aquí, y que solicitó al juzgado de garantía de Talcahuano que se discuta la posibilidad de un sobreseimiento definitivo.

Pero señor Pelayo, le recordamos que el asesino no es cualquier conductor que comete un error y provoca un accidente de tránsito. Él está entrenado para la guerra. Por ende, preparado para conducir  en situaciones y terrenos hostiles. Incluso bajo fuego enemigo. Que Medina Caamaño se encontraba en superioridad numérica. En total eran 17  infantes sobre el camión. Que todos los agentes del estado que se trasladaban junto a Medina  Caamaño estaban también entrenados y armados para la guerra. Que Medina Caamaño estaba en ese minuto acompañado por su superior. Él era  su copiloto y quien, extrañamente hoy  “anda más perdido que el teniente Bello”.

La inmoral defensa,  prosigue con su alegato de apertura declarando  “Mi representado es instruido a acudir a la pesquera  Pacific Blue. Llegando a la avenida  gran Bretaña, se enfrenta a una barricada  y deciden por instrucciones, ingresar al sitio eriazo, que está frente a la pesquera. Ya que al fondo de ese sitio eriazo en la pared del estadio Gaete, dónde está la población libertad estaba un gran número de personas, que eventualmente podían corresponder a los saqueadores denunciados y ese lugar era apto para desplegar a los infantes.»

Eso es lo que dicen ahora. Pero el pueblo no olvida, ni perdona y Medina Caamaño, según se lee en parte de la entrevista realizada por el subcomisario Roberto Henríquez al acusado, la cosa no es como la cuentan. Medina a la una de la madrugada  el día 22 de octubre de 2019, a horas del asesinato de Manuel declaró: «Como a las 18:30 horas, al teniente Ducaud lo llamaron y le manifestaron que debíamos concurrir hasta los frigoríficos de la empresa Pacífico, la que queda ubicada en avenida Gran Bretaña Nº1125, ya que estaban saqueando el lugar”. “Es así, que una vez que íbamos llegando, creo que eran las 18:50 horas, pude ver alrededor de 20 a 30 personas saliendo del frigorífico en dirección a la población libertad, debido a lo cual quise seguirlos en el camión, por lo que tuve que salir de la calzada y subí a un camino de tierra; en ese momento mi vista iba hacia los sujetos que arrancaban hacia la población.”

Curiosamente la defensa Pelayo olvidó mencionar –nuevamente-  a Ducaud el teniente. El superior de Medina que lo acompañaba en la cabina. También sacó del bolsillo del mago la barricada con tres ruedas, para justificar que Medina saliera de la calzada y subiera al sitio eriazo. Sin embargo el asesino ya había declarado “…quise seguirlos en el camión, por lo que tuve que salir de la calzada y subí a un camino de tierra…”  Con esto también se le cae la tesis de que Medina iba con la vista al fondo “a la pandereta del estadio Gaete, lugar en que supuestamente estaban los saqueadores.

Y hay más incoherencias entre la declaración de Medina Caamaño el 22 de octubre en la madrugada. A solo horas del hecho. Y la historia que nos trajo Pelayo, dos años después, visiblemente  desvirtuada.  “después de ingresar al sitio eriazo, en seguimiento de esas personas del fondo, un par de segundos después, el acompañante de mi representado en la cabina de esta estrecha cabina, siente a tres personas por primera vez a su derecha y le dice, se atravesaron tres personas, para, para, para…” y continua  “… a pesar de que mi representado había iniciado el frenaje aproximadamente 12 metros antes de la caída y del cruce intempestivo del señor Rebolledo.  No había nada que mi representado, ni nadie, pudiera hacer para evitar este lamentable accidente.”

Comparemos la versión del abogado con lo que dijo Medina en su declaración primigenia:  “momento en el que mi teniente me señala que tuviera cuidado ya que venían tres individuos por mi otro costado, es decir, a mi lado derecho, observando que dos de esos tipos corren por detrás del camión y uno de ellos se tira por delante de este, por lo que frené enseguida, pero pude ver que dicha persona se resbaló y luego no lo vi más; el camión una vez que frené siguió deslizándose como unos metros…”

Una imagen vale más que mil palabras.

El problema para la banda de los care raja – los abogados de Medina Caamaño – es que hay videos que echan abajo toda la historia del supuesto “accidente” que crearon para salvar al asesino.

 Esos testigos silentes, los videos, como se les llamó por los abogados defensores, muestran a lo menos los siguientes hechos: La luz de día, la plena y perfecta visibilidad de los participantes.  La posición y la visual frontal del camión hacia la víctima en los momentos previos a la ocurrencia del hecho. La trayectoria recta que sigue el camión en dirección al sector por donde iba la víctima. La velocidad con que el camión se desplazaba  la cual se puede contrastar, respecto de otros vehículos,  inclusive de la misma naturaleza del que conducía el acusado y que también acuden a este procedimiento, entre muchos más elementos que los abogados deberán presentar.  Que esperamos confirmen lo que todos saben, lo que todos hemos visto en ese video. Medina Caamaño es el asesino y debe pagar con cárcel.

Todo esto pasa dentro y mientras transcurre la mañana, su familia continúa afuera. Con lienzos colgados en las rejas del tribunal, Esperando atentos a lo que va pasando. Comparten un café que algún compañero trajo y un cigarrillo. Se mantienen ahí, firmes. Indoblegables, siempre juntos, siempre de la mano.

Son entrevistados varias veces  por la prensa, Manuel el padre plantea “Hay a lo menos dos responsables Medina Caamaño, el conductor y su superior el teniente Ducaud. Hoy todos deberían estar  condenados.  Todos los que asesinaron y mataron andan libres. Es una burla para el pueblo chileno, ellos mataron a la juventud, a niños a personas de edad y para ellos no hay castigo. La justicia acá no es igual para todos. Dejaron a personas sin ojos, ciegos. Ellos se están riendo del pueblo,  ahora lo que queda es salir a luchar a la calle y pedir justicia nada más  por todos los caídos y presos y darle no más. Ningún caso debe quedar impune.  Los presos políticos, deberían  estar en libertad. A ellos los arrestan con preventiva de inmediato, mientras los otros andan libres por las calles. Ellos por siglos han dañado al pueblo y siguen en la calle, han robado tanta plata y aún no están presos. Han hecho de todo y para ellos no hay castigo. Nosotros no dejaremos que esto pase en el caso de nuestro hijo.

Los marinos siempre han sido conocidos como los más perros de las fuerzas armadas. Una oscura sombra de torturas y asesinatos se yergue sobre ellos y ese estigma no lo podrán limpiar. Hoy tienen abogados que a punta de mentira, de cambiar versiones de inventar cosas continúan defendiendo a los asesinos y encubriéndolos como es su costumbre.

Los hechos se muestran con la misma claridad que hoy observamos en la impunidad a los enemigos del pueblo. Todos actúan similar, se esconden y mienten gracias a que el régimen permite y resguarda los intereses de la burguesía y su policía armada. No habrá justicia mientras el pueblo  no ejerza su poder. La justicia será una obra colosal, pero no tan solo para castigar, sino para asegurar que ya no vuelvan con su poder a someternos, explotarnos y asesinarnos. Debemos organizarnos, movilizarnos y vencer, apoyando a los compañeros caídos y sus familias en cada jornada de protesta, en cada barricada. En cada acción que el pueblo emprenda los llevaremos con nosotros. Con nosotros volverán a nacer.