Quien nos cuenta acerca de la actividad es Carolina Manzano. Carolina es una mujer forjada por el rigor de la vida. Madre trabajadora, de carácter fuerte, pero con un hermoso corazón. Pobladora y dirigente de un grupo de allegados del sector y ahora trabajando en organizarse por distintas problemáticas existentes en la población.
“Nuestra población es bien solidaria, – nos comenta Carolina – aquí constantemente se hacen actividades, que en este último tiempo y por el tema de la pandemia, se han visto disminuidas. Me preocupo de estar atenta a las cosas que van sucediendo con nuestro pueblo y me llamó mucho la atención la denuncia que hace un joven de nuestro sector en contra del SENAME. Investigando, notamos que esa demanda es general, que lamentablemente las adopciones ilegales no son tema aislado y son el pan de cada día en muchos hogares pobres de nuestro país. Desde hace un tiempo nos estamos organizando y haciendo una serie de actividades para visibilizar esta y otras injusticias que vivimos simplemente por el hecho de ser pobres», afirma Carolina.
«Dentro de los participantes activos de nuestro grupo, hay dos jóvenes, Yastin y Filip, de 13 y 16 años, vecinos, amigos de mis hijos, quienes a su corta edad y como muchos otros niños y niñas de nuestro pueblo, les ha tocado sufrir situaciones que ningún hijo de nuestro de pueblo debería vivir. Por lo mismo se sienten llamados a organizarse, se sienten cercanos con la situación que vive nuestro vecino y sus hijas y con todas las injusticias que se viven en la población. Realidad que se repite una y otra vez en las diferentes poblaciones. Los chicos han participado de los murales que hemos realizado, les gusta dibujar, el hip-hop, y en nuestras actividades se han encontrado junto a otros artistas; que cantan, hacen poesía, trazan, pintan. Es gratificante ver como ellos se sienten fortalecidos, se involucran, opinan y creen que las cosas pueden cambiar”, señala. «En nuestros murales siempre incorporamos consignas que tienen que ver con nuestra realidad y la de nuestras familias. En el último mural realizado en el contexto del 18 de Octubre la frase que más le gustó a los chiquillos fue «Por el sacrificio de nuestros padres y madres, y por el futuro de nuestros hijos ¡A Cambiarlo Todo!”, finaliza Carolina.
En nuestras poblaciones hay muchos Yastin y Filip, niños y niñas que han vividos los embates que este sistema propina a los hijos e hijas de la clase trabajadora. Niños y niñas cargados de sueños y esperanzas y dispuestos a plasmarlas en los muros de su población, niños y niñas cargadas de futuro. Por ellos debemos seguir adelante, seguir en pie y dotarnos en cada población de una organización robusta, que los acoja y los proteja. Una organización que nos permita luchar por nuestras demandas, las demandas del pueblo. Una organización que nos permita cambiarlo todo. Por ellos, por nuestros padres y madres. Lo haremos, venceremos.