Otra semana de locos

Para las personas que no han estado muy informadas, una especie de locura se tomó los medios de comunicación oficialistas o del sistema, parecían haber vuelto con los titulares, pero esto no duró mucho, la farsa se cuenta sola. No pudieron ocultar que otra vez el pueblo es protagonista.

El paco mayor, el jefe de los pacos, lloriqueaba por televisión y le dio una rabieta, porque parece ser que le perdieron el respeto. Le preguntaron por la corrupción del alto mando y quería que le pregunten por los pacos machucados. Lo que evitó es que también le pregunten por el “componente” que asesino a un hombre en la comisaría. O quizás hubiera gozado si le hubiesen dicho que los marinos abrieron una filial de los pacos, pero en el agua, corresponde, y ante una manifestación de los pescadores, movilizaron sus lanchas guanacos y zodiac zorrillos, e incluso disparaban balines y herían a los manifestantes, debe de hacer estado repitiendo las imágenes para ver si utilizaban las técnicas profesionales. Debe de haberse sentido en paz, cuando el gobierno le dijo que sus subalternos dejaran que se produjesen saqueos, mientras descansaban apaciblemente en las comisarías. Incluso, debe haber aprobado, aunque no le cuadre mucho que en las “encuestas muy serias” su institución alcanza casi el 50% de aprobación. No entiende por lo mismo, porqué en vez de flores le llueven piedras. Por otro lado, un oficial de los intramarchas, pacos infiltrados en las marchas, deja entrever que el OS9 y la Dipolcar, actuaron fuera de la ley, cuando arrestaron e inculparon a manifestantes, siguen haciendo agua por todos lados.

Respecto a las movilizaciones que acontecieron, el gobierno salió a golpear a los partidos políticos contrarios para lograr algún dividendo, tan escaso en estos tiempos. Todos fueron golpeados por igual en las masivas concentraciones y acciones. De nuevo sienten el poder del pueblo y como está ajeno a sus excentricidades políticas, cualquier cosa que hagan va contra ellos y los limita aún más en sus elecciones presidenciales. Nadie gana, solo el pueblo. Todo este acontecer, mostró la vulnerabilidad de Piñera, que ha estado en estos dos últimos años a punto de irse o «de irlo», como dicen. Incluso, plantean que “ralla la papa” cuando está muy presionado. Esas son las vicisitudes políticas, donde no saben qué hacer para que el pueblo les reconozca lo que han hecho por el país.

En los medios de comunicación, volvieron con la monserga de la violencia de los manifestantes y que las ”verdaderas víctimas” son los pacos, todo esto podría parecer repetido de otros tiempos, de no ser porque hubo un canal que informó lo contrario. Esto deslegitima a todos los demás, y no funcionó su propaganda.

Por último, como broche de oro, tenemos al pueblo y su persistente lucha. Cuando los políticos liberales creían que con hacerse de la Convención Constitucional estaban listos, les cae como un balde de agua frío que el pueblo siga manifestándose por sus demandas, obviando su existencia y dejándolos solo como una institución técnica, sin nexos con las movilizaciones, es decir, sin ningún peso político entre las masas o votantes. Otra vez, se sintió el temblor de la burguesía, que debe volver a ver cuál es su candidato más plausible, porque a este paso están destinados a desaparecer. Otra vez, el poder popular se hace presente en las decisiones que tomarán los políticos con el 10%, con la acusación contra Piñera, y con cualquier medida que involucre una presión sobre ellos. Otra vez el pueblo es protagonista.