Con todos los locales cerrados y las grandes tiendas con las cortinas metálicas abajo, se da inicio a la marcha convocada por organizaciones de la región en el segundo aniversario del levantamiento popular. La convocatoria tuvo como punto de encuentro la Plaza Perú, copando por completo la diagonal Biobío hasta llegar a O’Higgins – una de las principales arterias de la zona.
Frente a la octava zona de Carabineros se escuchó fuerte y claro: «¡Ya van a ver, las balas que nos tiraron van a volver!» Volaron algunos dignos escupos y botellas contra Carabineros, contra Piñera y contra los corruptos, mientras los pacos se mantenían parapetados detrás de un bus totalmente a la defensiva y absolutamente sobrepasados por la acción de los manifestantes. La columna avanzó hacia el centro de la ciudad, observándose lienzos por la liberación de los presos políticos, por las victimas de daño ocular y por cada una de las demandas de nuestro pueblo.
Hasta antes de llegar a Carrera, no hay intervención de Carabineros. La presencia policial está retirada a varias cuadras a la redonda. La locomoción colectiva, por su parte, dejó de circular aproximadamente desde las 19 horas, debido de la masividad de la marcha que cortó las calles principales de la capital regional impidiendo la circulación de vehículos.
Sin más presencia policial que el helicóptero que siguió y sobrevoló la mayoría de la marcha- hasta ese momento- esta continuó por O’Higgins y se presentaron algunas escaramuzas en los puntos que se encontraban con presencia policial. En la octava zona, Cercano de la primera comisaría, en Prat en el edificio de la delegación presidencial y Carrera con Rengo cercano a la PDI. En esos lugares les gritaron de todo.
La columna continuó su recorrido por Carrera y comenzó a acompañarse y resguardarse por barricadas en distintos sectores. Los vecinos, por su parte sacaron sus parlantes por la ventana para animar a quienes continuaban marchando y regresan por «Paicarrera» al punto en donde se inició la marcha.
A dos años del 18 de octubre “Desde el pueblo hemos demostrado en la calle que la representación impuesta fue una trampa para apaciguar nuestra rabia, tristezas y alegrías, pero estamos aquí; más decididos y organizados para avanzar. No sólo queremos que caiga Piñera, queremos que caigan todos”, proclama la declaración leída. – y prosigue- “Los muertos, los mutilados y los presos políticos no merecen que se negocie su coraje y su dignidad. Exigiremos indulto como una forma más de lucha para liberarlos. Los enemigos del pueblo deben pagar. Con Manuel Rebolledo en la memoria, la lucha rebelde. Y con el ejemplo de nuestros presos. A la revolución!», señala el comunicado del Cordón Territorial Rebelde y Revolucionario, leído al calor de una barricada.
La protesta se extendió por varias intersecciones y los piquetes igual se distribuyen para actuar. San Martín con Orompello. Orompello con la Diagonal, Paicaví con Carrera, Freire con Tucapel, cortada y controlada por manifestantes. «Paicarrera» con barricadas que se levantaron en O’Higgins y en la rotonda Paicaví. La pelea continuó en las calles por horas, expresando la fuerza del poder del pueblo. El que se hizo escuchar hoy en las calles de Concepción y no dejó a nadie indiferente, todo esto mientras el corrupto e inmoral régimen, desde sus acomodados sillones nos acusan de violentos. Violencia es todo lo que hemos recibido. No esperen otra cosa de nosotros.