Los camioneros y sus patrañas

En general, el rubro de los camioneros tiene de todo. Varios miles de choferes independientes que dependen de sí mismos y también existen los empresarios que poseen flotas de camiones. Estos usufructúan del Estado a través de negociaciones para mantener un gremio que está vivo solo porque destruyeron la red ferroviaria del país, durante la dictadura militar. De tanto en tanto, defienden sus intereses de clase y no les importa el pueblo, con tal de mantener sus privilegios.

Los camioneros realizan cortes de ruta en el sur de Chile. No lo hacen porque quieran un futuro mejor para el país. Lo hacen porque apoyan un gobierno que se desmorona. Su intervención es un mero distractor. Un volador de luces para ir en ayuda del ejecutivo. Buscan obtener dividendos económicos, que les aseguren un bienestar placentero. Realizan sus acciones con el apoyo de los políticos del gobierno y de carabineros. De este modo, montan su farsa. Dicen que cortan las rutas porque están defendiendo los intereses de las personas de la novena región contra los mapuches. Pura teleserie. Si los pacos los reprimen se acaba la película. Si los pacos no los defienden de las personas, se acaba el show. Entonces, más que ellos, pierde el gobierno. Es por esta razón, que se lo pasan cortando rutas y nadie ni siquiera les pasa un parte. Pero al pasar los días, se desgastan. Las personas se tornan en contra de ellos. La pantomima no aguanta mucho. Pero debe ser suficiente para que el gobierno lo aproveche.

Los camioneros no son un gremio que se caracterice por apoyar la causa del pueblo. Durante el gobierno de la Unidad Popular, tomaron posición del lado de la burguesía. Lo mismo que ayer, actuaban protegidos. En ese entonces, por el Senado, la Democracia Cristiana y la Derecha. Pero, nada dura para siempre. Los que luchan, guiados por un interés monetario, por dinero, no prosperan como quieren. Pues no solo el gremio de los camioneros, sino otros más, buscan lo mismo, y deben estar atentos a la jugada del contrario, porque lo han conseguido de mala forma. Es como una lucha entre malandras. El más vivo gana. Recordemos que la dictadura militar incrementó la flota de camiones y destruyó la infraestructura ferroviaria en el país, en contra de cualquier criterio lógico vial. Era el pago por los servicios prestados.

Los camioneros no son precisamente populares. Nos recuerdan a los micreros. Ellos cortaban con el dueño de la micro lo que ganaban en el día. Eso los hacía arrogantes con las personas y sumisos con los dueños. En la misma situación se hallan los camioneros hoy. Repiten como loros el discurso de los ricos, porque saben que serán recompensados. Les importa un bledo lo que digan las personas, pues normalmente, no tienen mucho contacto con ellos. Es esa condición, que los hace manipulables por los dueños o por el dinero. Como sabemos, siempre hay excepciones.

Cuentan con que después de sus manifestaciones, serán recompensados. Por ahora descansarán hasta la próxima vez que se los necesite. Son los típicos perkin del gobierno y los empresarios de la Araucanía.

Los gremios contribuyen al clasismo, al sectarismo y la lucha independiente por sus demandas, aún si las mismas atentan contra los intereses de la mayoría. Sobre todo cuando se alían a la burguesía. Pretenden erigirse como una fuerza que lucha por demandas justas, cuando no lo son. Cuando están bien, no son solidarios con los que lo necesitan. Cuando están mal, se les debe ayudar. Algo no cuadra en este esquema. Si quieren ser capitalistas, que afronten las consecuencias.

En una nueva sociedad, se debe tener claro a quienes hay que corresponder y a quienes no. Los camioneros están del lado de los que no hay que corresponder.