Denisse Cortés formaba parte las organizaciones observadoras de derechos humanos que participan de las marchas y manifestaciones sociales. En medio de la represión policial en contra de los centenares de manifestantes, Cortés sufrió una herida que le provocó un profuso sangramiento.
En videos divulgados durante la tarde se puede ver cómo Cortés, acompañada de otra persona, había ingresado a un perímetro controlado por Carabineros, cuando, a una distancia de tres o cuatro metros estallan varios petardos en el suelo. Pocos instantes después, se puede observar una detonación mucho mayor, en el mismo lugar en que se ubicaba Cortés.
Según testigos, la segunda detonación se debió al disparo de una escopeta lanza-lacrimógenas, realizado muy cerca de Cortés, que cayó inmediatamente al suelo, sangrando profusamente.
Según Carabineros, Cortés habría sido alcanzado por los fuegos artificiales. Eso que parece dudoso, considerando la escasa fuerza kinética de estos dispositivos y que su recubrimiento común es de cartón, lo que difícilmente podría provocar una herida profunda, y menos, mortal, aún en el caso de que el o los proyectiles impactaran directamente a una persona. Y eso último, manifiestamente no pudo ser el caso, de acuerdo a los registros de video.
El gobierno rápidamente se sumó a la versión de la policía, culpando a “la violencia de los manifestantes” del hecho. Todo indica, ante la falta, aún, de evidencia indubitada, que se intentará proteger a los verdaderos responsables de otra muerte más en las manifestaciones en contra del gobierno corrupto y criminal.