Otra al agua

Sí, cae uno tras otro. Ahora le tocó a la hija de Fernando Atria, el constitucionalista del régimen. Antonia Atria iba a iniciar como si nada, una veloz carrera política como asesora en la Convención Constitucional. Con solo 21 años la chiquilla tendría un sueldo de 1 millón por ser la hija de.

¡Sí! otra que se cae, no por corrupta sino por winner. Es que como es usual, de tanto vivir en las altas esferas, el mareo no les permite ver que hay cosas que ya no queremos. No queremos que una estudiante hija de… venga a ganar lo que con suerte gana un paramédico, un profesor o un obrero con años en el oficio de machacarse cada día en este país.

Y aunque esto, como muchas otras cosas ya no son presentables y aun siguen sucediendo, hay otras que se caen. Y la peguita que estaba como anillo al dedo para la hija de Fernando Atria, se funó. Antonia tuvo que renunciar al cargo de asesora de la constitucionalista de Revolución Democrática, Giovanna Roa.

 “Es importante que los representantes prestemos también a las dudas y críticas planteadas por la ciudadanía, y nos hagamos responsables de nuestras decisiones, es por eso que con el fin de cuidar la confianza en la Convención, Antonia ha puesto su cargo a disposición y he aceptado su renuncia, por lo cual he solicitado a la Segpres no iniciar el proceso de contratación” señalo Roa en un comunicado, no sin antes defender el “curriculum” de la estudiante de sociología.

“Con Antonia nos une un trabajo común de años, desde el Frente feminista de nuestro partido, la campaña por el Apruebo, y mi campaña a la constituyente donde ejerció como jefa de campaña, mucho antes de que Fernando Atria decidiese ser candidato de Fuerza Común. Conozco sus capacidades y competencias y su enorme compromiso con el proceso de transformaciones que vive el país”.

Sí, nuevamente lo decimos, a otro perro con ese hueso.