Octubre ha llegado. El pueblo da rienda suelta a su creatividad. Los pobladores calientan motores para conmemorar el 18 de octubre. Para no olvidar, para pedir castigo para los asesinos, y libertad para los presos políticos. Para conquistar el futuro. Para ir por todo.
El sector ya ha cobrado renombre. Se lo ha ganado a punta de lucha. Casi un sello de la historia antofagastina. No es casualidad que el sector de La Bonilla resuene en los medios. Allí, desde octubre del 2019 se respira el aire de triunfo, de conflicto constante, de resuelta confrontación contra los pacos, el tráfico, y todo lo que resulte perjudicial para el pueblo.
Y allí, en la Plaza Bicentenario, en el corazón de La Bonilla, se realiza hoy la Jornada Multicultural. Familias completas se han dado cita para disfrutar y compartir. Se ve a niños de todas las edades, paseando, jugando, siendo parte del espacio. Lienzos de diferentes colores recuerdan el contenido de la lucha de un pueblo. Remarcan el amor de Luisa Toledo, de su entrega sin reservas, de su claridad a la hora de decir que el pueblo, su pueblo, el que recuerda a sus hijos y a los suyos todo el tiempo, es el que debe tomar la iniciativa, asumir el protagonismo y triunfar. Es un deber moral.
Otros mantienen viva la memoria reciente, del asesinato de Romario Veloz, y de las tareas de su pueblo por aplicar justicia, de esa de verdad, de esa concreta, contra sus autores materiales, y los que los mandan. Cómplices y encubridores.
Hoy es una jornada de fiesta. Es que se trata de Octubre. No cualquier mes. Y las razones para continuar en pie, organizados, atentos, preparados para luchar, sobran. Y el pueblo eso lo sabe. También sabe que con determinación y claridad el camino se despeja. Que su lucha no va por cambios cosméticos, sino que se trata de resolver todas las demandas. Todas aquellas que condensan el sueño de los hombres y mujeres trabajadores. De imponer sus condiciones, sus formas. De cambiarlo todo. Y que el único responsable de hacerlo es el mismo pueblo.
En esta gran tarea, no hay espacio para oportunistas, soplones, ni traidores. Las letras de las canciones que se escuchan en la jornada lo refrendan. En ellas se destacan el papel de la mujer, el valor de la población, la unidad de La Bonilla, del pueblo antofagastino. Hay rifas, libros, artesanía. Y hay niños y niñas jugando en todos lados. Así prosigue la lucha del pueblo. Desde las poblaciones, con las poblaciones, para las poblaciones. Desde acá el pueblo empieza a dirigir su destino.