A Kast también lo echan de Natales

No lo dejaron hablar ni un solo segundo. Pero ni uno solo. Corría viento allá en Puerto Natales y brillaba el sol. El escenario perfecto para que el rubio candidato hubiese tenido una jornada de pelos. Pero no fue así, le aguaron la fiesta nuevamente.

«Fuera los fascistas» le gritaron una y otra vez, hasta el hartazgo. «Natales aborta tu Odio» y «Natales Pueblo Migrante» le gritaron y lo pifiaron. José Antonio Kast andaba de gira nacional en su campaña presidencial. Más lejitos de Santiago, más tranquilo, habrá pensado.

Dicen las malas lenguas que antes de empezar el punto de prensa, ya estaba todo funado, que además de pifias y un par de gritos de grueso calibre, también recibió tomates y otros objetos contundentes. Las imágenes que circulan en redes sociales no lo muestran, pero no sería raro que le hayan llegado tomates y objetos contundentes y le hayan pegado su charchazo para despeinarle la chasca estilo Führer que tiene.

Como siempre, incólume,  no se movió ni un milímetro, creía tal vez que los megáfonos con la música de ocasión y el palabrerío presidencial callarían los gritos. Y como siempre, pasados unos… dos minutos, salió arrancando, flanqueado por alguna de sus adherentes.

Los pelagatos que lo acompañaban en la delegación eran como diez. Y el público que lo llegó a celebrar, también serían unos diez, de hecho eran los mismos que lo acompañaban. No sabemos si serían lugareños o si los llevaron desde Santiago. Sus banderas de campaña ondeaban en el gélido viento patagónico mientras a JAK lo sacaban, una vez más, con viento fresco del lugar.