En la Cámara de Diputados se aprobó en general el proyecto que despenaliza el aborto. La moción busca que no vayan presas las mujeres por interrumpir un embarazo si lo hacen antes de las 14 semanas de gestación. Miles de mujeres lo celebraron en Plaza Dignidad.
Un paso gigante, pero aún muy insuficiente. La medida, si finalmente se convierte en ley, no garantiza ni por lejos el derecho cabal de las mujeres de decidir sobre su embarazo ni de acceder a una salud pública que garantice el cumplimiento de este derecho. El proyecto fue votado a favor con 75 votos y 68 en contra. La Democracia Cristiana, dividida, movió la balanza.
La propuesta no garantiza el acceso o legaliza el aborto, sólo modifica el código penal para que no se persiga con cárcel a las mujeres que interrumpen un embarazo no deseado, que en la actualidad arriesgaban cárcel desde los tres años y un día hasta los cinco años. Sí seguirán siendo objeto de persecución penal y penas de cárcel quienes colaboren con la interrupción voluntaria después de las 14 semanas.
El debate legislativo giró entre el despliegue artificioso y rimbombante de las diputadas del progresismo y sus aliades, y las efusiones de oscurantismo de cuarta de los reaccionarios.
Así, Francisco Eguiguren, RN, se lamentó de que “cuando hay que defender los derechos fundamentales, sobre todo de los más inocentes, no tenemos los pantalones buen puestos. Hoy día se ha aprobado la despenalización del aborto, que no es otra cosa que aprobar el aborto libre”.
Su colega Catalina del Real calificó de “triste” la jornada porque “se está yendo en contra a los derechos fundamentales, en contra de todas las pruebas científicas. En una ecografía uno puede ver lo que es un ser humano de 14 semanas, es un ser humano conformado completo”.
Si, tan formado que el diputado Diego Schalper con ecografía en mano, llamaba a defender la vida de un feto de 14 meses. “Que un niño de catorce años, una niña de 14, perdón, meses de vida en el vientre materno no tiene derechos humanos…”, sostuvo Schalper. El lapsus es consecuencia del discurso febril que pretende equiparar a un feto con una guagua, con “pruebas científicas”, por supuesto.
Luego, para doblar la apuesta, Schalper pidió un minuto de silencio por “las miles de víctimas que han fallecido por el aborto en el mundo”, en alusión a los embarazos interrumpidos.
Nuevamente, el oportunismo de la Democracia Cristiana le salvó el pellejo a un proyecto que probablemente en otra circunstancia no se habría aprobado. Pero estamos de elecciones. Y así de claro lo señaló el jefe de la bancada DC, Gabriel Ascencio.
“El gran esfuerzo que hemos hecho hoy día es respaldar a nuestra candidata presidencial, Yasna Provoste, y significa naturalmente hacer algunos temas casi de sacrificio”, aseguró.
La decisión fue celebrada por miles de mujeres que marcharon por la Alameda y se congregaron en Plaza Dignidad.