Bajo la mirada atónita de los feligreses y del cura a cargo de la misa de la mañana, pobladores agrupados en el Cordón Territorial Rebelde y Revolucionario y Chiguayante Popular, ocupan la Catedral de Concepción, dando paso a la realización de la lectura de un comunicado. La acción tiene como objeto emplazar a la iglesia Católica y a la figura del arzobispo Chomali a que asuma posición respecto de la ley de indulto general, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, y exigiendo también pronunciamiento respecto de la ofensiva por parte de fiscalía y la Universidad de Concepción sobre los menores detenidos en el marco del levantamiento popular.
“… Estamos aquí para emplazar a la iglesia católica que asuma su rol de garante defensora de los derechos humanos y se pronuncie públicamente adhiriendo abiertamente al proyecto de indulto general. Estamos muy preocupados por el silencio que esta poderosa institución ha guardado desde el inicio de la revuelta popular, considerando la cantidad de pruebas que muestran muertes violaciones y vejaciones a los derechos humanos….” “Emplazamos al arzobispo a pronunciarse en contra de la criminalización a los 12 jóvenes del caso UdeC, donde el poder se ha ensañado con ellos , como pobladores y pobladoras que alguna vez recurrimos a la iglesia en tiempos de dictadura para sentirnos amparados frente a la persecución política, creemos que hoy es necesario que tomen un rol activo de condena a la criminalización del pueblo encarcelado, nos extraña y nos parece aberrante este silencio, que incluso en el último tedeum de este 18 de septiembre no se refirieran a la prisión política como un acto que ha provocado profundo dolor a 12 familias en este Concepción…” ”…Exigimos pronunciamiento e intervención del arzobispo en el caso UdeC, hoy cuando la justicia acoge una querella fuera de plazo del gobierno regional, vemos que esto está lejos de ser justo y es más bien la orquestación de los poderes del Estado contra el pueblo en lucha, es la forma en que estos poderes pretenden castigar y criminalizar” – versa un extracto del comunicado leído al interior del templo.
Como mencionamos el hecho fue en la Catedral de Concepción. Uno de los principales templos de la iglesia Católica en Chile. Uno de los símbolos del movimiento contra la tortura en la década de los 80 y uno de los tantos lugares en donde se recuerda también la injusticia del régimen contra el pueblo. En sus afueras aun vemos un pequeño memorial a Sebastián Acevedo, quien se inmoló en la plaza Independencia, justo frente a la catedral. También por la injusticia de un régimen, también desesperado por no saber de sus hijos, también utilizando todos los medios para liberarlos, incluso pagando con su vida. Y es que así es esta lucha, no se abandona, no para y utilizará todos los medios necesarios para traerles de vuelta.